TENGO AMOR PARA COMPARTIR

Tengo amor para superar errores, para perdonar, para absorber enojos, para recuperar tiempo perdido.

Tengo amor con un corazón que fue herido de gravedad, pero que busca recuperarse a pleno, y quiere abrirse para quien con honestidad y buena intención, quiera ocuparlo.

Ah! claro que no ha de ser cualquiera, sino aquella dama capaz de conquistar ese mi atribulado pero sensible corazón.

Primero lo conquistará con su rostro, sus ojos, sus labios, su voz, su sonrisa. Lo seguirá conquistando con su figura y su andar.

Y finalmente, completará todo eso con lo más sustancial; su personalidad: sensible, cálida, femenina, romántica, apasionada cuando corresponda, sincera, responsable, coherente, y clara en sus propósitos.

No pretendo contraer matrimonio. Busco sí, una compañera leal que sea capaz de amarme y de estar conmigo toda vez que le sea posible, para disfrutar de la vida, de la música, de la belleza de la naturaleza, de viajar, de descansar, y de estar juntos.

Quiero compartir el amor que llevo conmigo, el que tengo para dar, el que quiero recibir. 

Si esa persona está en Estados Unidos de América, mucho mejor. Si no lo estuviera, tendría que estar dispuesta a radicarse allí. Como lo sostengo en el poema que reproduzco a continuación, en el plano humano, todo es posible.

PORQUE NO HAY IMPOSIBLES

Porque no hay imposibles

porque los imposibles

los creamos nosotros

Son imposibles cuando

 cerramos nuestra mente

y ni siquiera imaginamos

Son imposibles

cuando cerramos el corazón

y ni siquiera sentimos

Son imposibles

cuando nos falta el impulso

el coraje y la decisión

Porque nada humano

es imposible

y sí, todo realizable

Si hay voluntad 

para llevarlo adelante

para hacerlo realidad 

No hay excusa

ni hay escollo 

que no se pueda superar

Se requiere querer

se requiere hacer

se requiere ejecutar

Porque no hay imposibles

si nuestra decisión 

es firme y férrea

Si nuestro impulso 

no se cansa ni se agota

hasta llegar a la meta

Si somos constantes

como la gota de agua

tenaces y persistentes

No, no hay imposibles

los imposibles nos los creamos

cuando no queremos

Cuando no queremos pensar

cuando no queremos sentir

cuando no queremos querer.

No, no hay imposibles

en el plano humano

siempre,  siempre es posible...

Octubre 4 de 2013

enigma
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(enigma0458@gmail.com)

LA SINCERIDAD CUESTA, PERO VALE

Desde la mentira piadosa, a las promesas de los políticos, en muy buena medida el mundo en sus complejas relaciones, y el entramado de la sociedad toda, están construidos con mucha falsedad, apariencias de lo que no es, y realidad subyacente, totalmente distinta.

Entre las personas sucede otro tanto. 

A veces por "diplomacia", por "no quedar mal", por "evitar un problema", callamos, o preferimos adoptar palabras, actitudes y poses, que no son sinceras, y a la postre, terminan haciendo más daño que si hubiésemos dicho la verdad.

Una verdad expresada a tiempo, ahorra muchas desdichas posteriores.

Debemos aprender a mirarnos a los ojos, de frente, a no esconder  nuestro sentir, nuestro pensar, y a no disfrazarnos de lo que no somos, o a ocultar cómo realmente somos.

Cuando una persona hace eso, a la postre termina por mostrarse tal cual es, y entonces defrauda por completo, crea sufrimiento que habría sido innecesario, y contribuye a la desgracia ajena.

Ser sincero, decir la verdad, cuesta, tiene su precio. Nos puede causar un sinsabor pasajero, la molestia de terceros, el que no se nos quiera dirigir más la palabra. Pero vale más eso, que perseguir en una falsedad que finalmente se desmorona y deja a luz un panorama ahí si, lamentable.

Uno de los aspectos positivos de la sinceridad, es que ella hace que seamos confiables. Guste o no el contenido de la misma, se confía en nosotros por nuestro proceder. Somos abiertos, no ocultamos, no escamoteamos, no disimulamos, decimos las cosas tal cual son. 

Sobre esa base, las relaciones humanas a cualquier nivel resultan sólidas. Si no es asi, están en un tembladeral.

Ser sinceros nos puede acarrear momentáneamente problemas, un disgusto, no ser cabalmente comprendidos, pero al final, obra a nuestro favor y de quien recibe nuestra sinceridad.  Y por ello, vale.

En lo personal, detesto la hipocresía, la falsedad, el disimulo, la pretensión de posar como lo que no se es. 

Prefiero toda vez la autenticidad. Dar de cara con la realidad. 
Después de todo, sólo eso nos hace respetables.

enigma
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¿SÓLO EL PRESENTE IMPORTA?

Veo un poster en Facebook, donde se ensalza el presente, y se anulan de diferente forma pero con idéntico resultado, el pasado y el futuro.

No hay por qué llorar por "el pasado que ya se fue", a menos que el pasado haya sido muy malo al recordárselo. Pero si fue bueno, ese pasado tiene que ser visto con paz interior y con felicidad por lo vivido.

El futuro se espera con expectativa, no con preocupación --a menos que se supiera de antemano que va a ser malo, complicado, engorroso. Además se habla de "el futuro que no llega".  El futuro siempre llega. Está a un paso más del presente que lo va conformando, construyendo, de última, presagiando. 

Es en el presente --tan alabado en este poster-- que tomamos decisiones que van a conformar ese futuro que se espera.

De modo que en muy buena medida ese futuro, depende de nosotros, y depende de lo que hagamos o no, decidamos o no, apuntemos o no, tengamos como propósitos y objetivos o no, para el mismo.

El pasado nos ha dejado huellas, experiencias que son imposibles de modificar, de cambiar, que han pasado a formar parte de nuestra personalidad misma. Por tanto, si añoramos ese pasado, si quisiéramos revivirlo, si quisiéramos que se continuase en el presente, tenemos como base nuestro propio ser. Ese pasado está dentro nuestro, y es irreversible.

Ahora, si lo repudiamos, lo queremos anular, hacer de cuenta que nunca existió, si queremos decretarnos una imposible amnesia, --a menos que suframos un serio problema psicológico-- ese pasado, va a estar y seguir estando siempre en y con nosotros. Lo llevamos puesto. 

Está bien procurar la felicidad en todo momento. Por tanto cabe suponer que la buscamos en eso que ahora llamamos pasado, cuando fue nuestro presente. 

Y claro está, la procuraremos en lo que por ahora es futuro.
Pero la dicha, la felicidad, no puede ser toda nuestra meta, porque se queda corta.

Hay cosas a las que abordamos sabiendo que son dificiles, que nos van a demandar un sacrificio personal, que podrán aparejarnos problemas, y sin embargo, las asumimos en tanto signifiquen valores por los cuales estamos dispuestos a jugarnos. Y creo que ahí se define nuestra vida misma, pasado, presente y futuro. Ahí se juega quiénes somos realmente.

Me parece que la sustancia de la razón de ser de cada uno de nosotros, está en los riesgos, desafíos, aspiraciones y sueños que estamos dispuestos a asumir. No es la felicidad el norte fundamental y único que da sentido a nuestras vidas.

Hay algo mucho mayor. 

Muchos hombres y mujeres, desde siglos, han señalado con sus vidas, que no es la búsqueda de la felicidad, sino de la justicia, de la paz y del amor, lo que les ha hecho grandes para la humanidad toda. 

La grandeza de cada uno de nosotros, al nivel que sea, en el ámbito que sea, aunque no trascienda para toda la sociedad o el mundo, bástenos para sentirnos realizados.

En esa grandeza, el egoísmo, la mezquindad, el odio, la revancha, la violencia, la destrucción, no tienen cabida. 

Si somos cuanto debemos ser, aún en medio de dolores, encontraremos nuestra verdadera felicidad. 

 

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LA "MANERA VERANO" DE VIVIR

Algunos/as de Uds. dirán, es una estupidez, yo lo vengo haciendo desde hace años.
Otros/as en cambio, tendrán otra opinión luego que lo lean.

Se me ha ocurrido pensar esto porque la gente del hemisferio Sur del planeta, está en pleno verano, y en algunas partes, un verano realmente muy cálido.

Y tal vez lo primero que me viene en mente, porque es sumamente importante, es un aspecto relativo a la salud.
A la playa sólo se puede ir de mañana bien temprano y hasta las 10. Y en la tarde, luego de las 5.  Es un error de graves consecuencias ir o quedarse al mediodía. El riesgo tiene un nombre: melanoma, cáncer de piel, y es altamente agresivo y peligroso, puede terminar en muerte, y no exagero.
No bastan las cremas o pulverizadores con protección solar (que tiene que ser por lo menos de 70).

Por si alguien no se ha enterado, en este 2016 la capa de ozono en el Sur ha sufrido un enorme deterioro, y por tanto los rayos ultravioletas del sol, no tienen ese filtro natural que nos proteje. Hay que cuidar mucho la vista, también.

Es el precio que pagamos por las explosiones atómicas, y por ser "civilizados". Por la enorme contaminación ambiental producto de las industrias, que generan además el famoso calentamiento mundial.

De modo que hay una "manera verano" de vivir. Y la misma primero que nada, demanda cuidados. 

Pero también verano es diversión y distensión, es vacaciones. Y ahí se presenta una clara diferencia entre quienes se van a balnearios, casas solariegas, y están todo el día en bikini o pantalón de baño, y quienes --urbanitas empedernidos-- no cuentan con casa en balneario, o tienen que trabajar, no disponen de vacaciones, o no tienen suficiente dinero para alquilar una casa o apartamento en balneario.

Entonces, tienen que vivir en la ciudad, donde por el cemento, el calor es peor.

Es allí donde además de beber mucha agua, y consumir mucha fruta fresca, hay que estar fresco uno mismo. Sí, en la "manera verano", con cortinas bajas y fuera de miradas indiscretas, ellas  y ellos pueden estar en bikini, shorts, o como se les antoje. Pueden practicar nudismo si quieren, ¿por qué no?.

Es una forma de estar frescos, más saludables (así que haya aire acondicionado) y de divertirse de muchas maneras.

No se puede negar que la propuesta tiene su encanto muy particular, y cada quien sabrá aprovecharlo como más guste.

Y por la noche, vestirse como para ir a cenar a un buen lugar, o a bailar, o a un teatro al aire libre, a un concierto, etc. y al regresar, volver a ponerse cómodos.

Si los que están en balnearios lo disfrutan mucho, con los boliches de turno, las fiestas, y las exhibiciones de arte, los urbanitas no les tienen por qué ir a la zaga. Porque también hay lugares nocturnos, fiestas y exhibiciones de arte en la ciudad. 

¡Que todos pasen muy lindas vacaciones!. 

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SER NUEVOS EN EL NUEVO AÑO

El Año Nuevo ha empezado a andar, ya estamos en la mitad del primer mes, y si bien es pronto para hacer ninguna evaluación, en este breve lapso se han sucedido hechos muy importantes. El más destacado, la nueva detención de Joaquín Guzmán Loera (el "Chapo", por lo pequeño de estatura) atentados terroristas en París, Turquía, Jakarta, detienen en el mar y luego liberan a una decena de marinos de guerra estadounidenses, aprehendidos por fuerzas iraníes, y matan a una joven diz-que actriz estadounidense, en Florencia, Italia.

Eso para referirme solamente al panorama internacional, bien conocido por todos.

En Argentina --luego de elecciones-- comienza a gobernar un nuevo presidente, y cambian las perspectivas y relaciones con los países del continente, y corre un aliento de renovación dentro de la propia nación sureña.

En Venezuela gana la oposición las elecciones parlamentarias, pero el "chavismo" que sostiene al dictador Maduro, busca subterfugios para impedir que el nuevo órgano legislativo con mayoría opositora, pueda ejercer libremente su actividad. El drama no termina aún, pero terminará con la derrota total y vergonzosa de Maduro, de eso estoy seguro.

Bastante para el comienzo de año. Pero ¿y qué de cada uno de nosotros en lo personal?

¿Cuán distintos o iguales nos sentimos en el nuevo año? ¿No nos hemos atrevido siquiera a ensayar un "nuevo yo", que modifique, cambie, o altere los patrones de conducta que sostuvimos el año que se fue? ¿Seguiremos empecinados en repetirnos, en lugar de abrirnos a lo nuevo, a lo desconocido, a lo a explorar, aunque sea por mera curiosidad?

¿Será que tenemos miedo a nuestros sentimientos, o a encontrarnos con una realidad que nos sacuda tanto por dentro que nos parta en dos?

Muchas personas suelen trazarse propósitos y metas para el nuevo año. ¿lo hemos hecho? y si no, ¿qué estamos esperando para tomar papel y lapiz, o abrir un documento en la PC y comenzar a escribirlo con esos propósitos y desafíos?

Porque algo nuevo tiene que suceder, algo nuevo tenemos que gestar, algo diferente tiene que marcar 2016 de todo lo que lo precedió. 

Tenemos que analizarnos introspectivamente, y ver nuestros puntos altos y bajos, nuestras capacidades y nuestros sueños, y ver de qué manera con ellas, podemos cumplir estos otros.

Tenemos que procurar ser nosotros mismos, nuevos. Nuevos seres, nuevas personas, con nosotros mismos y en el relacionamiento con quienes nos rodean, y por sobre todo, con todas las personas a quienes queremos bien, comenzando por la familia, las amistades, los conocidos, los vecinos, los compañeros de tareas, estudio, o expansión.

¿Qué tenemos que cambiar para ser más nosotros mismos?
¿Qué ajustes tenemos que hacer para que los demás nos entiendan mejor y nos acepten ?

¿Como estamos respecto del amor? ¿No es hora de avanzar, de sentirlo más profundamente, de descubrirlo, de pronto? ¿Nos hemos dado cuenta que es el motor principal de la vida, la fuerza positiva y creativa que va con nosotros, lo que nos hace perdonar y superar adversidades, y especialmente sentirnos íntimamente felices?

¿Cómo están nuestras finanzas? ¿Hemos aprendido a ser cuidadosos en el manejo de ellas, ni tacaños ni manirrotos?
¿Hemos sabido terminar de hacer la "calesita" con las tarjetas de crédito, o aún no nos hemos percartado que pagando de a cuotitas, terminamos pagando el doble que si lo que adquirimos lo hubiésemos pago íntegramente, o a lo sumo en dos o tres veces? ¿Qué ambiciones e ideas tenemos sobre nuestro trabajo, sobre iniciar un negocio por nosotros mismos, una actividad de calidad que nos reditúe lo adecuado? ¿Es posible que nos asociemos a otras personas?

Sí, el Año Nuevo nos plantea varias interrogantes y ofrece opciones para que exploremos y explotemos a nuestro favor sus 365 días. Ya van 15, y no hay que dejarse estar.

¡A ser nuevos, en el nuevo año!

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CARTA A LOS REYES MAGOS POR PAZ Y AMOR

"...Y en su cartita para los Reyes Magos no pidió juguetes, solo paz, y más amor entre la humanidad."  (extraído de Twitter)

No he podido contener mi emoción y admiración, por esa pequeña que en su cartita a los Reyes Magos, no pidió juguetes, ni ninguna cosa para ella, pero pidió que haya Paz y Más Amor entre la humanidad.

¡Que hermosura de criatura!.

Cuando en rápida secuencia repasamos en nuestra mente los horrores de que a diario nos enteramos ocurren en el mundo, --cuando no en nuestra propia ciudad o barrio-- que una niña no haya pensado en sí misma, en lo que le gustaría tener, (vestimenta, juguetes,etc.) sino que haya pensado en la humanidad, y haya pedido Paz y Más Amor, es algo sublime, excepcional y maravilloso.

Sus padres deben sentirse legítimamente orgullosos, por dos razones fundamentales: 1) porque tienen una niña que es capaz de pensar y sentir así; y 2) porque deben reconocerse como artífices de la educación y la formación de valores en esa niña.  Posiblemente el colegio al cual la niña asiste tenga algo que ver también con esos valores por ella tan apreciados. 

Pero, en medio de todo el ambiente infantil que se vive en torno a la llegada de los Reyes Magos, y toda la abrumadora publicidad que gira alrededor de los mismos, más las ofertas de juguetes desparramadas por los vendedores en las calles, es difícil para un/a pequeño/a abstraerse de toda esa influencia, y concentrarse en lo que verdaderamente importa.

¡Y esta bendita niña lo  hizo!  Y me atrevo a pensar que muchos otros alrededor del mundo también lo hayan hecho.

Después de todo, son ellos los niños quienes nos enseñan a nosotros a perseverar en los auténticos valores. Son ellos, los sinceros, los que no usan hipocresía porque no están corruptos, son ellos los que dicen y reaccionan de corazón, los que nos sorprenden a los adultos con ideas, sentimientos y frases que nos dan vuelta como una media.

Siempre he pensado que los niños son la versión más prístina, pura y acabada del ser humano. Lo que los mayores deberíamos ser. Pero mientras que el proceso de llegar a adultos nos insensibiliza, endurece, hace egoístas, querellantes, y hasta violentos, ellos tienen la frescura original que nosotros hemos perdido.

Por eso Emmanuel (Jesús) dijo a los adultos: "porque de ellos es el reino de los cielos", y aún más: "si no se convierten y se hacen como niños, no van a entrar en el reino de los cielos."

¡Qué lección magnifica nos ha dado esta niña! 

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UNA ESPECIE DE RITUAL LAICO

Pasaron los "Reyes Magos". 

Y si bien el origen de la historia es bíblico, no obstante la fecha y todos los rituales que la acompañan --los niños que preparan sus cartitas, el desfile de los reyes en un lugar público, los zapatos que hay que dejar, el balde con agua y algo de pasto para los camellos, el juego de los esquives de los mayores-- todo constituye un ritual laico.

Un ritual que repetimos cada año, un ritual que viven con intensidad los inocentes, muchos de los cuales se llevan un gran chasco cuando se enteran de la realidad. Porque la ilusión, esa especial atmósfera que lo rodea todo, es algo hermoso en sí mismo, algo que tiene una pátina de milagro.

Como seres humanos nos gusta maravillarnos, deslumbrarnos, y somos proclives a esperar que lo insólito ocurra, aunque en el fondo, sepamos que no va a ocurrir.

Pero bienvenido sea ese ritual laico, que nos hace pensar más que de costumbre en nuestra familia, en nuestros seres queridos. 

¿Acaso pudo haber una madre o un padre que no recibieron algo de los Reyes Magos?, ¿acaso quedó una hija o un hijo sin que los Reyes les hubiesen dejado sus presentes?, ¿acaso una esposa o esposo quedaron con las manos vacías?

Ciertamente no. Porque se es muy feliz dando, generando gratas sorpresas.

Porque hay un río de cariño que fluye generosamente de por medio.

Porque el ámbito es propicio para esas acciones que nos recompensan como humanos.

¿Cuánto vale la sonrisa de un niño que nos muestra con su rostro henchido de felicidad el regalo que le dejaron los Reyes?

Esa felicidad infantil, ¡no tiene precio!.

¿Y cuánto valen los abrazos y besos intercambiados entre  los mayores, que nos gozamos de las cosas que hemos recibido y de las que pudimos dar?

Es evidente que toda esta hermosa conjunción de acciones y valores, integra ese ritual laico al que refiere el título.

Felices todos quienes lo pueden vivir. Y hagamos posible que quienes no pudieron vivirlo este año, lo vivan el año próximo.

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YA LLEGAN...

Sí, son ellos. No fallan, --salvo condiciones climáticas o de otro tipo que justifiquen su ausencia.

Son los Reyes Magos, y vienen con sus bolsas cargadas de ilusiones, de pedidos, de cartitas enviadas, de suspenso, emoción, intriga...¿traerán lo que les pidieron?, ¿traerán algo más de lo pedido?...

Los niños van a la cama temprano, porque mañana se levantarán como por un resorte apenas despierten, y suelen dormir como con un ojo abierto. 

Por cierto que es muy diferente que cuando van al colegio. Aquí les gana la curiosidad, la expectativa, el entusiasmo.

Y luego, a romper los papeles, y ver qué hay dentro de los paquetes, o bien, a encontrarse con la estupenda figura de una brillante y hermosa bicicleta. De una pelota de fútbol como la del último mundial, con una muñecota que de sólo verle la carita da ganas de comérsela a besos...

O la casita de muñecas. O el equipo comleto de camiseta, pantalon, medias y zapatos de fútbol. O el tablero de basketbol.

Claro que los más grandes, y los ya muy grandes, también participan de la llegada de los Reyes Magos.

Tal vez les espera un auto cero kilómetro, o una cámara de video, o un equipo completo de cámara, lentes, tripode, para tomar buenas fotografías.O el último iPod, o la última iPad, o el celular Samsung, o el juego electrónico.

Pero también, la camisa, corbata, perfume, chal, medias, baby-doll, cartera, guantes, collares, pulseras, relojes, anillos, y tantas otras cosas que hacen que los adultos vuelvan a su niñez, porque andan jugando a las escondidas.

¿Donde y en qué momento se ubicará lo que trajeron los Reyes? ¿quién irá primero a "recibirlos"? No se dirá que no es un juego lindo, divertido, y después de todo, disfrutable.

Las sorpresas, las sonrisas, los abrazos y besos al día siguiente, a la mañana del  6 de enero, compensan todo lo anterior. 

Es la magia de la llegada anual de estos Reyes Magos, que evoca a aquellos sabios de oriente que en sus camellos se acercaron hasta el pesebre donde naciera el niño Jesus, y le llevaran presentes, oro, incienso y mirra.

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HAMBRE DE DIÁLOGO

El mundo cibernético nos ha acostumbrado y condicionado a la inmediatez de la comunicación.

Si por un lado hay normas elementales de educación y cortesía, que indican que todo correo recibido merece una respuesta, especialmente si proviene de una amistad, no es menos cierto que cuando se hace costumbre comunicarse a diario, y se genera un bache de horas, días o semanas, se sufre.

Se sufre porque se espera esa carta, por breve que sea, que nos hace saber no sólo que la persona querida está viva, sino que nos pone al tanto de algunas de sus actividades, así sea que fue a comprar verdura y huevos al almacén de la esquina.

Cuando en cambio es el silencio lo que apabullantemente nos llega a atormentar, entonces sí que echamos de menos la comunicación.

Realmente, la ausencia de comunicación --y cuanto más prolongada peor-- aumenta proporcionalmente el hambre de diálogo.

Vaya todo esto dicho por ciertas experiencias que me toca pasar.

Un problema con el cableado de fibra óptica en el edificio de apartamentos de una querida amiga, le impide comunicarse utilizando la Internet.

Tanto ella acostumbrada a mis cartas, como yo recíprocamente, de alguna manera estamos sufriendo esta interrupción. 

Más onerosa aún resulta la interrupción voluntaria, deliberada, querida o buscada, cuando alguien de pronto supónese se ofende por algo, (y digo bien, supónese) y opta entonces por un silencio ejecutado como los peores crímenes "con premeditación y alevosía". 

Creo que es el caso más negativo, porque es algo evitable que sin embargo se provoca. Elijo no calificar el propósito, o qué resultado se busca. Pero es doblemente lamentable.

Así como a toda acción corresponde una reacción, todos deberíamos tener muy en claro, que a un mensaje corresponde una respuesta, sea por teléfono, por correo electrónico, por msn, whatsapp, o skype. 

Y que dejar de hacerlo, habla mal de uno mismo, y proyecta una imagen horrorosamente negativa.

Si se presume alguna razón para la incomunicación, hay que manifestarla, hay que expresarla, para eso tenemos el habla,y la capacidad de escribir. Para eso estamos dotados de inteligencia, y sobre todo, de sensibilidad.  Ahora, si anulamos la sensibilidad, nos deshumanizamos. Lo digo sin cortapisas, nos deshumanizamos, y punto.

Yo estoy seguro que en cuestión de horas o de un par de días, mi amiga que ha quedado desconectada volverá a conectarse, y entonces habra una "fiesta de la comunicación".

En cuanto a las personas que deliberadamente eligen no comunicarse, mi esperanza es que revean su actitud y se comuniquen con todos quienes esperan saber de ellas. 

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INFINITO...

"aprendí que no importa los días, ni los segundos que dure un infinito, que basta con reconocer el instante justo en el que nace ese infinito y sentir ese terremoto de sensaciones, aromas, sabores, caricias, latidos, deseos, vértigo, impulso, el tiempo que sea, el tiempo en el que ese infinito viva, en los infinitos vas aprendiendo que lo que vale es el instante, el nanosegundo, el día por día vivido, que no hay nada más exacto que el presente, que las promesas aunque hechas con amor y con el alma no son seguras, que lo único cierto es hoy y ahora, este instante en el que puedes entregarlo todo y recibirlo todo, ese infinito que vive en un nanosegundo."

Tomado de "Espacios del Alma".

Quizás sea empequeñecer demasiado las vivencias, y su vigencia.

Porque ese "infinito" que resulta no ser tal, dura meses, y las más de las veces años. Y podría durar para siempre. 

Después de todo, depende de un entendimiento mutuo, de una sintonía perfecta, de una entrega total, de una voluntad sin límites, de un deseo inagotable.

Pero es también cierto que hay que valorar cada instante, cada hora, cada día. Que lo que cuenta como seguro es el presente, y eso es lo que tenemos que atender y a lo cual dedicarnos.

El futuro es posible y hasta cierto punto previsible, pero nunca seguro.

Y si una seguridad ha de haber en las relaciones humanas, es la de la sinceridad a rajatabla, la de la confianza mutua sin retaceos ni prejuicios, y el gusto de compartir cada momento y todos ellos.

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