Hoy confieso que me he equivocado, que si bien "Compartiendo" es un blog intelectual, para entablar un diálogo con mis lectores, donde hay lugar para el pensamiento y los sentimientos, para el tratamiento de temas y la poesía, sin embargo, escribi cosas de las cuales me arrepiento haberlo hecho.
Cierto que --como cuando escribí una serie de cuentos-- se me alentó incluso a escribirlos, tuve comentarios muy favorables, y ciertamente disfuté escribirlos y publicarlos.
Pero a lo largo de los años que ya lleva este blog, ha habido una temática recurrente que no debió estar presente. No por mi, pero sí por no involucrar a otra persona.
Después de todo, si me enamoré o no de alguien, si me va bien o mal en esa relación, si ella es de una manera o de otra, son cosas privadas que deberían haberse mantenido en la más absoluta reserva. Cometí el error muy grave de ventilarlas aquí.
Sin querer, he podido dañar a la otra persona, poner en riesgo una situación determinada, y después de todo, estropear lo más hermoso y querido por mi mismo, que es esa relación.
Si me preguntaran por qué lo hice --casi inconscientemente-- la respuesta es sencilla: por estar enamorado.
Al fin y al cabo es lógico. A uno le estalla el corazón de alegría y de algún modo necesita compartirla. Al menos con algunas contadas personas. Porque aquí en el blog jamás nadie supo dónde, ni cómo, ni cuándo, ni con quién surgió ese amor.
Algunos repasando todo el blog podrían ir tomando nota de detalles y reconstruir una especie de rompecabezas que les podría arrojar una imagen. Pero les advierto, esa imagen no es la real.
Hay mucha ficción puesta de por medio. Hay mucho de literario, cubriendo la realidad. Desde el mismo personaje que elegí, a quien llamé Claudia Lara Orozco, el cual es totalmente ficticio. Y Frank Newton es real pero en otro sentido. No en el que ha aparecido aqui, donde sólo usé ese nombre. Así ocurre lo mismo con situaciones, lugares geográficos, y variados sucesos.
De cualquier manera sé que trasunte el amor por alguien, y aspectos de una relación que ha tenido puntos culminantes, maravillosos, y otros, que han significado un descenso tipo "montaña rusa"... con la esperanza de volver a las alturas.
A mi me estuvo pasando lo que proclama muy bien un cartelito de esos que se cuelgan en Facebook.
O como dice Vicente Fernández, el archiconocido artista mexicano en su canción "Niña Hechicera" : "yo te pido me perdones si emocionado en silencio rompo"...y más adelante vuelve a repetir ese concepto: "
y te pido me perdones si enamorado al mundo le cuento."
Decir o contar, cuando uno está enamorado, no es una actitud extraña, o desacostumbrada.
Es una reacción normal y natural. Eso después de todo me ocurrió a mi. Pero sin embargo, ese blog algunas veces, fue un rincón indiscreto que nunca debió ser.
Decir o contar, cuando uno está enamorado, no es una actitud extraña, o desacostumbrada.
Es una reacción normal y natural. Eso después de todo me ocurrió a mi. Pero sin embargo, ese blog algunas veces, fue un rincón indiscreto que nunca debió ser.
Porque hay situaciones que demandan sensatamente, discreción. Y yo confieso y reconozco que caí en el grave error de ser indiscreto. Me disculpo pública y formalmente, de haber caído en tal actitud, y prometo que eso no se va a repetir jamás.
Aquí pongo un punto final al tema de mis sentimientos respecto a esa relación con otra persona. Nunca más me voy a referir a la misma.
He aprendido una lección que me ha sido muy dura. Pero creo que surjo de la misma renovado, y con el mejor de los propósitos.
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