La vinculación directa, de quienes viven en una misma ciudad, de quienes se ven frecuentemente, conversan, se encuentran, comparten momentos juntos, coparticipan de actividades, etc.
La vinculación temporal o pasajera, donde las personas amigas se encuentran y comparten un tiempo juntas, porque se visitan.
Y la relación a distancia, mediante llamadas telefónicas, el uso de Skype y de correo electrónico, más la confluencia en redes sociales.
Lo sustancial de todo ello, sea cual sea la circunstancia, es el vínculo fundamental de la amistad.
He escrito muchas veces acerca de la amistad y de cuánto la valoro, y en qué grado le tengo en mi consideración.
Después del amor, es la relación más fuerte que une a dos personas. Desde simple amigo/a, a confidente, hay toda una gradación de la relación interpersonal que es dinámica, que va variando y se va ampliando y profundizando con el tiempo.
A diferencia de la familia, que nos viene dada, las amistades surgen espontáneamente, las creamos en parte, y las alimentamos y sostenemos nosotros mismos.
Nuestra vida es con los/as amigos/as, y no podría ser sin ellos/as. Son parte de quienes somos nosotros mismos. Les necesitamos, no podemos prescindirles. Son fruto de nuestra manera de ser, del contacto que por primera vez establecimos en un momento y lugar dados, y luego, de nuestra sinceridad, lealtad, y consecuencia en el trato que nos debemos con mutuo respeto, y verdadero cariño.
Es por eso que los amigos se confían cosas que no se las dirían siquiera a sus propios familiares, ni a los más allegados.
Es por eso que los amigos se comprometen entre sí, como tales, a formar una unión de voluntades en pro de sostener, vivir lo más posible, y ampliar esa amistad.
Hoy día, como no se daba antes, y me remonto apenas a unos 20 años atrás, los amigos han dejado de ser los del barrio, el estudio o el trabajo. Amigos y amigas tenemos dispersos por distintas partes del mundo. El planeta todo es el ámbito donde discurre la amistad. La internet lo ha hecho posible.
Eso significa que aquel círculo inicial de amigos, se ha expandido y ampliado y en él participan personas de múltiples nacionalidades. Esto afianza una riqueza cultural por un lado, y por otro también una riqueza de opiniones, de sentires, de interpretaciones de la realidad cotidiana y de los sentimientos.
Porque junto con la geografía va una manera de ser.
Y la riqueza de una red de amigos/as expandida, implica tratar a su vez con personas que viven, entienden, y practican estilos de existencia muy diferentes. Hay asimismo valores que discurren de modo variado, de país a país, de zona a zona.
¡Ni qué hablar del vocabulario, de las formas de decir de un país y de otro, y de las diversas maneras de llamar a una misma cosa!
Pero todo ello nos enriquece culturalmente también.
Efectivamente, la amistad se expresa de múltiples maneras. Guardando silencio a veces, siendo discreto otras. Dando apoyo, haciendo gestiones en favor de la persona amiga, respaldándole, dándole seguridad, abriéndole oportunidades a veces únicas, haciendo que no se sienta sola, acompañándole en su peripacia humana, comprendiéndole, sintiendo de manera afín, complementándole,etc.
Yo rindo una vez más mi homenaje a la amistad, leal, respetuosa, sincera, coherente, persistente. A la amistad de quienes quieren ser amigos/as.
Quiero para ellos/as, lo mejor. Y estoy siempre a sus órdenes.
No ha otra forma auténtica de ser amigo.
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