Monday, October 19, 2015

GENTE DIFICIL

Cada quien es cada quien y es como es.
Primera premisa fundamental.
Pero muchas personas, muchas, comparten un cierto nivel de educación, de cultura, hasta de profesionalismo, que les asemeja.
Entre esas personas, se espera que primen ciertos valores y buenas costumbres.

No quiere decir en absoluto que piensen todas de la misma manera, o sientan de la misma forma. Pero, hay ciertas cosas que van más allá de meros socioconvencionalismos, y que tienen que ver con quien uno es en sí mismo, intrínsecamente.

Yo suelo pensar que cuando trato con esas personas, cultas, educadas, con titulos profesionales, estoy tratando con un estrato social similar al mío, y por tanto espero actitudes similares si no iguales a las que yo tengo en mi relacionamiento humano.

Sin embargo, me he llevado y sigo llevando tremendos chascos. Grandes decepciones, y cosas que me cuesta enormemente comprender.

Permítaseme aclarar enseguida que no estoy pensando en ninguna persona en particular, sino en un cúmulo de experiencias propias y ajenas, que han llamado mi atención.

Mis reglas de relacionamiento social son simples: tratar a todos con gentileza, con respeto (algo mínimo). Si me elogian por algo, reconocerlo y agradecerlo. Si me critican por algo, analizar cuánto de razón puede haber en la crítica, antes de reaccionar, y si reacciono, lo hago nunca vociferando epítetos hirientes, o palabras soeces, o insultos. Procuro hacer razonr a la persona, aunque discrepe radicalmente con su crítica, pero nunca traspasando la barrera del respeto.

Sin embargo hay gente dificil.
No importa su nivel cultural, no importa los títulos académicos que posea, sin embargo, son personas que tienen racciones primitivas cuando no, totalmente desconcertantes.

Si se les elogia, son capaces de pensar que uno hace eso por algún interés oculto, buscando algún beneficio propio. Si en cambio se les critica, saltan como sentadas en un resorte, y se lanzan a pronunciar una serie de improperios,  o a querer romper relaciones, como si acaso hubiesen sido acusadas de algún grave delito o cosa semejante. 

Hay una grave desproporción entre su reacción, y lo que se les ha señalado, dicho, criticado o de pronto, la broma que se les ha hecho.

Son formas de reacción estentóreas, y realmente lo dejan a uno helado.

Pero pasa, y pasa más frecuentemente de lo que uno puede suponer. Lo veo casi a diario en Facebook, por ejemplo. 

Lo veo a veces en Twitter o como consecuencia de lo que alguien ha podido decir allí y los comentarios que recibe.

Y también ocurre en relaciones personales, ya sea en diálogos, o a través de correo electrónico. 

Hay gente que debido a su actividad profesional, en lugar de adquirir mayor capacidad de empatía con las personas con las que trata, parecen haber creado una callosidad, que les insensibiliza. Cuidan en ciertos casos los modales, mantienen ciertas formalidades, pero han anulado o casi, su capacidad de sentir, han perdido sensibilidad, se han vuelto inmunes a cosas que a otros nos tocan realmente el corazón.

Es triste que esto suceda. Yo apelo desde aquí con toda mi buena voluntad a que esa gente cambie en su modo de proceder. Vea que tiene mucho más para ganar si es gentil, amable y respetuosa en su trato, así algo no les guste, y deban reaccionar.

Si todos ponemos nuestro granito de arena, podemos entre todos hacer mejor el mundo en que vivimos. ¿No les parece?

 enigma
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