Saturday, October 24, 2015

HACIENDO EL AMOR: ¿plenamente o con restricciones? Parte I

Este tema, que publiqué el año pasado, tuvo muchos lectores. He considerado pertinente volverlo a publicar.
Es posible que nuevos lectores se beneficien de su texto.
Gracias por leerme. enigma.
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“EL HOMBRE DEJARA A SU PADRE Y A SU MADRE Y SE UNIRA A SU MUJER, Y LOS DOS SERAN UNA SOLA CARNEGénesis 2:24



Palabras de Jesús: “y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino una carne.” Marcos 10:8


Siempre recuerdo la frase que un religioso (un Pastor protestante) le dijo a un amigo en una conversación privada antes de casarse: “Ten presente que en la relación sexual de la pareja, dentro del matrimonio vale todo. Porque si no, lo que no se tiene dentro del matrimonio se va a buscar afuera, y eso es lo que debe evitarse.” Mi amigo quedó tan impactado por esa frase que la memorizó y me la repitió tal cual fue dicha.

Hoy día, el contenido de esa frase sigue siendo válido, ya sea para una relación de matrimonio, como para una relación de pareja estable –aunque sus integrantes no estén casados.

Eso significa que en la relación afectivo-sexual, cada integrante de la pareja tiene que darse plenamente. Que no hay parte del cuerpo vedada o prohibida, ni cosa que no pueda hacerse.

Conocí el caso de una señora que no permitía que su esposo tuviera con ella sexo anal, porque le daba miedo de que le causara dolor. Conocí otro caso más extraño, el de una señora que no quería que su esposo le practicara sexo oral.

Cuando la pareja decide tener sexo, tienen que superarse totalmente todos los tabúes, las telarañas, las represiones, los sentidos de culpa. Hay que abrirse a la relación con total libertad, donde cada uno pertenece mutuamente al otro y se da por entero.

Todo obstáculo, toda barrera, todo impedimento que se plantee no conduce sino al fracaso, la infelicidad, y finalmente hasta la infidelidad, o sea, alguien va a ir a buscar fuera de la pareja lo que no encuentra dentro de ella.

Si fuese necesario agregar algo, es que en la relación sexual plena no hay un papel fijo para el hombre y para la mujer, así como no hay una posición determinada, sino que hay múltiples posiciones. 

A diferencia de la señora que no quería que le practicaran sexo anal, conocí el caso de otra que gozaba más con ese tipo de penetración que con la vaginal. Y son muchas las mujeres que se enloquecen porque su pareja les practique el sexo oral.

El erotismo es un juego delicioso, y a su vez inocente. No hay maldad alguna en él, por el contrario, hay un gran sentido de disfrute, de entretenimiento, de diversión. Se imaginan cosas, se intentan cosas, se prueban cosas. Todo forma parte de la intimidad de la pareja, en la cual ambos se complementan y entienden. 

Ahora bien, a menos que la mujer sea masoquista –hay casos claro, pero son patológicos obviamente— el hombre no puede hacer del acto sexual una expresión de machismo dominador, en que somete a la mujer, y menos tratarla a lo bruto.

La mujer espera ser respetada, y tratada con dulzura, con delicadeza, sin apuros. De ahí que todo el llamado “juego previo” hasta llegar a estar en pleno acto sexual, sea tan importante.

Los besos son un preámbulo importantísimo, lo mismo que las caricias, y éstas tienen que ser mutuas. Todo ello va creando el ambiente propicio, aumentando el deseo, y aprontando los órganos para que funcionen de la mejor manera.

Los tiempos han cambiado mucho. La mujer está bastante liberada, aunque aún quedan reductos donde una educación castrante crea prohibiciones, y donde el sexo mismo puede llegar a verse como algo no del todo digno, o sucio. Nada más alejado de la realidad.
El sexo está para disfrutarse a pleno,  para gozarlo a lo grande, porque ha sido puesto en el ser humano no sólo para procrearse sino para recrearse. 

Ser “una sola carne” significa que los dos se complementan a tal grado que son una sola persona, un solo sentir, un solo pensar, un solo obrar, un solo gozar, único y total.

De modo pues que para que una pareja se sienta segura de sí misma y funcione feliz, no tiene que haber ninguna restricción. 

Libertad total, entrega total, disfrute total.

(En una próxima entrega, continuaré con este tema).
 
enigma
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