Thursday, October 22, 2015

YO CREO EN LA AMISTAD

La palabra amistad, comienza con las mismas letras de amor.
Y es que la amistad auténtica, leal, sincera, compañera, solidaria, en las buenas y en las malas,  vivida con un gran cariño, es en sí misma una expresión de amor.

Uno se juega por un amigo, uno se sacrifica por un amigo. Uno es el interlocutor válido, el confesor, el paño de lagrimas, y también el de los momentos más felices y dichosos, los de estar juntos, compartir anécdotas, chistes y hasta cosas íntimas. Porque en la amistad hay confianza.

Pero para que ello ocurra  los amigos deben comunicarse regularmente, deben encontrarse toda vez que pueden, y claro está,  deben sentir el regocijo de cada encuentro.

Es de verdaderos amigos compartir sus cuitas, ayudarse y apoyarse mutuamente. Saber que se puede contar con el amigo o la amiga, que en el momento de una necesidad, enfermedad o luto, el amigo estará allí dispuesto a dar una mano, a acompañar.

Todo lo dicho anteriormente se vive con respeto mutuo, en el trato y la consideración de cada quien. Se vive con honestidad y sinceridad, no con mentiras e hipocresía.  Se vive con coherencia y responsabilidad.

La amistad es algo que se cosecha a lo largo de la vida y que perdura para siempre. Los amigos nunca dejan de serlo, por el contrario, la relación de amistad se mantiene incólume, no se quiebra ni se rompe, y con el paso del tiempo se agranda y profundiza.

Hay personas que desgraciadamente no saben ser amigas. Que creen serlo, que actúan como tales por un tiempo, pero son como hojas que lleva el viento. Ante cualquier problema en la relación, ante algo que no les gusta, se apartan, se van, es decir, vuelven a sí mismas. Nunca fueron amigas, simplemente curiosearon en nuestras vidas, ocuparon un efímero lugar. 

He pasado por eso. Tenía unos amigos que viven en Florida. Yo les quería como hermanos. Así los sentía. Un día alguien les refirió algo que no era positivo para mi, y a partir de ese momento, creyeron encontrar razón para dejar de ser amigos. Ni siquiera quisieron saber mi versión de los hechos, abrirse a un diálogo que por supuesto iba a ser absolutamente sincero.

Se fueron....Yo por un tiempo no dejé pasar un cumpleaños de ellos sin acercarme con una tarjeta deseándoles felicidades y apelando a retomar nuestra relación, pero fue en vano. La última contestación fue que no tenían interés en ser más mis amigos. De lo cual deduje que eran amigos  por interés. Yo nunca pongo un interés personal para ser amigo de alguien.

La amistad surge espontáneamente, se da o no se da. Y cuando está, crece y permanece fuerte como un roble. 

Tengo alguna otra experiencia lamentable. Sé que me he dado, que he dado lo mejor de mi en todo sentido. Pero a veces es dificil acercarse a alguien que tiene prejuicios, que imagina cosas inexistentes, que atribuye intenciones que ni siquiera pasan por mi mente. Entonces la persona se hace una imagen y una "película" de uno, y en base a esa construcción totalmente artificial, sólo producto de su mente, actúa, dice cosas, reacciona. Y lo que podría ser una hermosísima y fructífera amistad, queda trunca.

¡Dichosos/as quienes son capaces de vivir una auténtica amistad!.
  enigma
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