EL VALOR DE LOS VIAJES

Viajar tiene varias aristas.

Una es el estrés de la preparación, la reservas de pasajes y hoteles, hacer una lista de las cosas que hay que llevar, preparar las valijas, y el viaje mismo.

Si es un viaje de negocios, varias cosas pueden estar hechas por terceros, habrá quien espere a la llegada,  pero se trata de encarar proyectos, temas, y llegar a acuerdos.

Si es un viaje cultural, hay que ir listo para dar una conferencia o participar en un simposio o congreso, debatir temas y estar dispuesto a hacer un buen aporte.

Si es un viaje por placer, entonces también será de provecho cuanto podamos andar sin reloj y sin tiempos límites, disfrutando al máximo el lugar a conocer, recorriéndolo, degustando los platos favoritos, la música, y procurando captar la idiosincracia de la gente. 

Pero las playas, lagos, parques, ríos, represas, campo, montañas, serán sin duda alguna, lugares para extasiarse, para el remanso, para admirar la naturaleza.

Y en las ciudades, verificar su dinámica, su arquitectura, sus avenidas y autopistas, su pulcritud y limpieza, su eficiente sistema de transporte, etc.

En términos generales, viajar acrecienta nuestro acerbo personal, nuestra cultura, el conocimiento de otras partes del mundo. Nos ofrece una perspectiva más inclusiva de nuestro planeta y su gente. Nos acerca a la literatura, a las artes plásticas, a la historia de otros pueblos y naciones.

Y junto a los recuerdos inolvidables de un viaje, para lo cual nos ayudarán mucho las fotos y videos que haymos obtenido, cada viaje nos da la oportunidad de hacer nuevas amistades.

Por todo esto, siempre he considerado personalmente que viajar es una de las mejores formas de invertir nuestro dinero y de disfrutar de la vida.

¿Qué opinan ustedes?

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 Este lunes 26 de Septiembre, en YouTube, la segunda parte de "Los Niños, nuestros Mayores", en COMPARTIENDO en Video.
https://youtu.be/7vqnkPdBYdI 

 

VIVIENDO POR Y CON FE

No se puede coincidir con todas las personas en todo. Y esto que es evidente y normal, también lo es en el área de la fe.

Hay quienes creen en el ser humano como tal, y lo suponen bueno (como Rousseau), y le consideran capaz de formular por sí mismo, leyes morales que le hagan vivir bien. Son quienes se titulan a sí mismos de agnósticos, o ateos.

Específicamente, un concepto errado del Ser en Sí (Dios) les lleva a pensar que "no necesitan muletas" para caminar por la vida, que ellos por sí solos, como entes autónomos pueden arreglárselas, pasar por los mejores o peores momentos, desasidos de una realidad que les trasciende, les involucra, les implica, les envuelve, pero de la que no son conscientes.

Yo respeto esa situación de vida ("sitz in leben"), pero yo tengo la mía y demando igual respeto.

Yo tengo fe. No es cuestión de religión, sino de fe. Empiezo por reconocer mis propias limitaciones, así como mis potenciales. Y entre ellos (mecánica cuántica

mediante) la posibilidad de conectarme (entanglement) con un Ser que está en todo y trasciende todo. Un Ser que está en mi mismo, y del cual tomo o no consciencia. Tener fe es tomar consciencia de ello. 

Cuando eso ocurre, sabemos que no estamos solos, abandonados a nuestras propias capacidades, sino que hay un poder, una fuerza creativa y regenerativa que actúa en nosotros, y que es capaz de despertar en nosotros funciones que normalmente tenemos aletargadas.  Y cuando ello sucede (en la oración por ejemplo), sabemos que podemos efectivamente esperar efectos, respuestas. Y cuando éstas se dan, constatamos que ese vínculo trascendente es una realidad.

Nosotros no condicionamos la realidad, nosotros la hacemos posible mediante la fe.La fe interactúa con la realidad y la transforma.

Y por eso, se dan circunstancias insospechadas, que van más allá de nuestra propia capacidad humana. Puertas que se abren que jamás hubiéramos podido lograrlas por nosotros mismos. Gente que de pronto se aparece en nuestras vidas, personas de las que jamás supimos antes, y que intreractúan de manera eficaz con nosotros, y para nuestro bien. ¿Por qué suceden esas cosas?

La casualidad no existe. Todo está en armonía y en coordinación. Una cosa es consecuencia de la otra. El azar no existe.

Por eso, también considero que lo que algunos han dado en llamar "diseño inteligente" es tal. Los humanos traducimos en ecuaciones lo que constatamos

en la realidad. Y si las matemáticas superiores son una expresión de inteligencia, ¿cómo no vamos a entender que el universo que consideramos, sea en lo micro o macroscópico, nos revela a cada instante un poder creacional extraordinario e irreproducible? 

Y es de total falsedad el antagonismo entre creación y evolución. A partir de la creación hay una evolución. Negar la evolución sería tan absurdo, como lo es negar la creación y la inteligencia que está detrás de ella.

Nosotros mismos somos un verdadero universo, y sería imposible trazar un plan para la creación de un ser humano, porque somos una complejidad a un grado que nos sobrepasa por completo.

Si no hallamos en eso la expresión de una inteligencia cósmica, a una escala inimaginable, estamos ciegos.

Ahora, claro, la imagen y el concepto de Dios que ofrecen las religiones, y en particular el judaísmo, es muy reducido, limitado, es antropomórfico, y por tanto, no responde a la verdadera entidad del Ser en Si. Es un pálido reflejo de una realidad tan superior que resulta intangible.

Asi las cosas, yo expreso mi fe que se traduce en un camino de vida, nutrido de valores esenciales, el máximo del cual es el Amor. Amor en todas sus expresiones posibles. 

Si no tengo amor, nada soy. Y la quintaesencia del Ser en Sí es justamente el Amor. Y amor es empatía, es aquello que se siente, se vive y se hace por el gusto de hacerlo, por el puro placer de constatar sus efectos benéficos, la felicidad en otros, la sonrisa en un rostro. Amor es la fuerza que nos lleva a hacer el bien sin esperar retribución.

Esa es mi fe. En ese camino de vida deposito mi confianza. Y en el Ser en Sí que tiene todo el poder para hacer y deshacer, y con el cual me siento conectado, en comunión (común unión). Sólo por esta conexión es posible entender la experiencia misma de la fe.

El ateo o el agnóstico, han colgado el teléfono, han cortado el diálogo. O han recibido una llamada y no la han atendido. Si no hay ese diálogo, es imposible que jamás lleguen a la experiencia de la fe. Hay que conectarse, hay que abrirse a esa conexión. Quien no tiene esa experiencia, no puede hablar de lo que no conoce. 

Y desde esa fe, hoy doy gracias a Dios, no sólo por el don de la vida y de los años de existencia que llevo conmigo, sino por todos los seres que me quieren bien, que se preocupan por mi, y especialmente por las cosas que me ocurren sin que las piense ni las planifique. El Ser en Sí las planifica por y para mi, y se presentan de golpe, se hacen realidad, inspiran, alientan a vivir, impulsan, reafirman la fe, fortalecen el espíritu, y nos dan fuerzas para seguir adelante.

Son encuentros, acaeceres, acontecimientos, no planificados ni previstos. Cosas que vienen a uno, y que uno ni siquiera imaginaba. Y cosas para nuestro bien.
Que nos hacen reflexionar, que nos enseñan y que nos dan muestra cabal de que el Ser en Si, es realmente Amor.

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EN MEDIO DE LA ADVERSIDAD, LA SOLIDARIDAD

Todos nosotros, o al menos debo suponer que la mayoría, tenemos la clara visión de que vivimos un mundo diferente al de décadas atrás.

Un mundo mucho más peligroso, fundamentalmente inestable, en el que de pronto nos puede ganar la desesperación o la depresión.

No nos sentimos seguros, sabemos que en cualquier momento y lugar podemos ser el blanco de un atentado terrorista, o sufrir sus consecuencias.

Por otra parte, hay quienes en zonas no alcanzadas por el terrorismo, se vive la zozobra planteada por la acción violenta de criminales que no son perseguidos, superados y anulados como corresponde, debido a la  venalidad de las autoridades de turno.

La naturaleza, afectada por el irresponsable uso de sus recursos nos está pasando factura, y el precio a pagar es sequías, inundaciones, hambrunas, desplazamientos humanos, hielos que se derriten, volcanes que se activan, terremotos, etc. 

El calentamiento mundial sólo lo pueden ignorar por razones económicas vinculadas a la política, quienes tienen intereses creados, porque la ciencia ya lo ha estableido con total claridad.

Hay pues más que razones para una inquietud permanente, en medio de la cual tenemos que movernos con normalidad, como si nada de ello ocurriera.  Haciendo el sincero esfuerzo por superarlo cada día, pero conscientes del peligro que nos acecha.

Si la fe puede venir en nuestro socorro, es sólo porque nos permite prepararnos espiritualmente para lo que sea, y nos sirve para sobrellevar mejor esas cargas, pero no porque nos quite de ellas.

Y es justamente en un momento histórico como el que nos toca vivir, que cobran más fuerza la importancia de los vínculos que tenemos.

El primero: la familia. Aquellos con quienes estamos unidos por el vínculo de consanguinidad. 

Dialogar de estos temas, trazar planes de emergencia,  puntos de encuentro y de contacto, caminos de escape, lugares donde estar mejor protegidos, hacer acopio de alimentos y agua, etc. Todo esto y muchos detalles más, pueden y en última instancia, conviene que sean encarados familiarmente.

Luego, las amistades. Estar en una solidaridad recíproca permanente con amigas y amigos, con la gente que queremos y nos quiere de verdad. Aquellas personas con quienes sabemos que podemos contar y ellas saben que pueden contar con nosotros.

Es justamente en tiempos como éste, cuando la amistad cuenta y mucho. No sólo en respaldo anímico, sino en un sostén práctico y en ayuda tangible, si ello es menester.

Y en un sentido más general, la solidaridad humana. Aquel

nobilísimo sentimiento que nos lleva a ayudar a desconocidos, simplemente porque son seres humanos, y somos capaces de vivir con intensidad su propia necesidad o emergencia, cualquiera sea ella.

Sólo estos sentimientos nobles y superiores, sólo esta solidaridad básica, y sólo la férrea unidad de la familia y los amigos, constituyen la poderosa fuerza que nos sostiene y que nos permite seguir viviendo sobre la base de algo muy importante: saber que no estamos solos.

A veces, basta que alguien haga lo que tiene que hacer para que el resultado sean vidas salvadas.

Veía el sábado que pasó, la película "Sully", sobre el

accidente aéreo del vuelo 1549 de la U.S. Airways, que se hizo acuatizar en el Río Hudson al carecer de los dos motores por haber entrado en ellos pájaros.

Fue el aplomo, la pericia y el sentido de responsabilidad de ese estupendo piloto-aviador, Chesley Sullenberger, lo que salvó las vidas de 155 personas, la totalidad de quienes estaban abordo del avión.

Un hombre que en ese momento hizo lo que tenía que hacer y supo cómo hacerlo.

Lo que hubiese sido una enorme tragedia, se tornó en una magnífica celebración de vida.

Eso, y no otra cosa, es lo que se espera de cada uno de nosotros, en la medida de nuestras posibilidades. Sólo así, es posible sobrellevar cada día en este planeta tan atribulado de hoy.

Soy simplemente realista.

Mientras tanto, seguimos celebrando nacimientos, cumpleaños, casamientos, viajes, retornos, y por sobre todo, el amor, el más sublime, noble y positivo sentimiento que nos distingue como humanos. ¡Que así pueda seguir siendo!.

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Esta semana: Los niños, nuestros Mayores -

https://youtu.be/VUNiBOde0Zs

REDES SOCIALES Y ACTITUDES PERSONALES

Tema actualísimo si lo hay, porque todos usamos las redes sociales.

La tecnología está a nuestro servicio, pero somos responsables de cuánto y cómo la usamos.

Tal vez es justamente en esta área donde comienzan los problemas que la tecnología no puede solucionar.

En primer lugar, las redes sociales son justamente instrumentos para socializar, para comunicarnos, para compartir, para apoyar algo o desaprobar algo. Para emitir nuestras ideas, opiniones y sentimientos. Para encontrarnos con amigos y hacer nuevas amistades.

A todos esos propósitos sirven las redes sociales.
Esa es la razón fundamental de su existir, y ese es el servicio estupendo que nos prestan.

Entonces, la primera actitud que atenta contra la misma razón de existir de las redes sociales, es la de personas que se aislan. Son esas que si uno quiere comunicarse con ellas se encuentra con algo que dice: "sólo los seguidores confirmados tienen acceso a..." y allí la página de Twitter o Facebook de alguien.

Las redes sociales no están hechas para exclusivistas, para recluídos, para personas que rechazan justamente lo social, sino todo lo contrario. 

Los que ignoran a los demás, parecería que los quisieran muertos. Les restan importancia, no significan para sus vidas, e impiden que lleguen a significar algo. Es el egocentrismo a su máxima potencia. Deplorable.

Luego, está la actitud repudiable de quienes usan y abusan de las redes sociales pero además de escribir mal y destrozar el idioma, sólo redactan insultos a diestra y siniestra sea por temas deportivos, políticos o de malentendidos nacionalismos.  Usan improperios a más no poder, y de esa manera transforman las redes en un verdadero basural.

Claro está que no hay por qué tenerles de amigos ni de seguidores, pero a veces es dificil que no se cuelen, y hay que estar alerta para cuidar la calidad de la página propia.

Por otro lado está la actitud desmesurada de quienes aplican el bloqueo. No se puede entrar, no se les puede enviar un mensaje, no se les puede seguir siquiera, aunque no se les diga nada, aunque sea en una actitud imposibilitada de ser activa, tan sólo poder enterarse de lo que están escribiendo en Facebook o en Twitter.  Eso también atenta contra el carácter social de las redes.

Pero hay dos responsables en estos casos. Por un lado las personas que bloquean, una actitud que me resulta totalmente inaceptable, a menos que la persona en cuestión haya sido públicamente objeto de "bullying", insultada, o cosa semejante. 

No se puede tener tal sensibilidad a flor de piel que una broma, o una discrepancia sobre algún tema, dispare como contrapartida el inmediato y definitivo bloqueo. Eso es ridículo. La antítesis de lo social.

Por otro lado, los servicios deberían al menos permitir seguir a alguien, aunque impidan que uno se comunique con determinada persona.

Eso es algo que se tendría que modificar.

Algunas otras modificaciones no les vendría mal a ninguna de las redes. Por ejemplo, en Facebook, debería posibilitarse el uso de letra en negrita, la cursiva, o el subrayado, y hasta distintos colores de escritura. 

En Twitter,debería haber más flexibilidad, y terminar con la drástica dictadura de los 140 caracteres. Extenerlos a 200. Hacer que si se publica una imagen, ésta no reste caracteres.

También posibilitar la cursiva, y la letra en negrita, y el subrayado. 

Creo que del punto de vista técnico, no son pretensiones desmesuradas, sino cosas simples, perfectamente realizables. Falta que Jack Dorsey --por Twitter; y Mark Zuckerberg por Facebook, lo decidan y lo implementen.

Pinterest, Instagram, y Linked-In, no presentan estos problemas, pero son redes de otra índole. 

Apelo pues, a un uso respetuoso y razonable de estas redes sociales, y sobre todo, apelo a hacerlas abiertas, a permitir el ingreso de seguidores, el acceso a lo que se escribe, y al menos, a ser seguido, aunque de pronto se bloquee poder expresarse en la página de Twitter o Facebook cuyo titular no lo quiera.

Estas son las ideas que comparto con ustedes en base a mi experiencia en el uso de estas redes sociales.

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Este lunes en Compartiendo en Video:"Los Niños, nuestros mayores" por Youtube.

 

EL TIEMPO, Y CÓMO REDIMIRLO

El tiempo, amigos, legitima los olvidos. Pero también las nostalgias.

Porque hay cosas que no se olvidan.

Y porque aunque hagamos el esfuerzo por olvidarlas, de pronto algo escrito de puño y letra, un objeto, un lugar, una foto, una música, nos traen a la memoria momentos vividos.

Claro…también hay “olvidos”. Quienes son capaces de dar vuelta la hoja, de poner el pasado allá bien atrás y en el fondo histórico, quienes son capaces de dilatar el tiempo transcurrido aunque sea breve, o sencillamente se dan cuenta que seguir pensando en el pasado no es productivo, no sirve a la vida presente, ni a la del futuro inmediato, logran un punto final, y tienen paz en sus corazones y en sus mentes.

El tiempo tiene un poder curativo, cicatrizante.

Más bien que olvidar, somos llamados a superar lo pasado.

En nuestra conciencia nunca se va a ir, y de nuestra memoria nunca va a desaparecer, pero superarlo, significa en términos concretos, que ese pasado no marque y condicione nuestro presente. No lo arruine. No lo perturbe.

Significa también tener la magnanimidad de perdonar, por sabernos nosotros mismos imperfectos.

Y eso es parte del cuidado de nuestra salud mental y espiritual.

No podemos hacer de cuenta que lo vivido nunca sucedió. Eso sería digno de un esquizofrénico. Mucho más cuando de pronto, lo sucedido nos involucra personalmente. Pero…sí, podemos superarlo.

Si los actores del pasado –y cuanto más reciente sea más importante deviene— son capaces de superar lo vivido, e inaugurar un nuevo presente sobre bases totalmente distintas, éste parece ser el mejor camino a seguir.

Hay muy valiosos ejemplos en la historia de las naciones y los pueblos, que merecen ser tenidos en cuenta. 

Japón atacó a Estados Unidos en Pearl Harbor, esto llevó a un enfrentamiento muy duro entre ambas naciones que culminó con el estallido de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki.

Pero Japón y Estados Unidos son países aliados, y mantienen fuertes vínculos diplomáticos, comerciales, y en la cotidianidad.

La Alemania Nazi fue el enemigo de los países democráticos de Occidente hasta que fue derrotada en la 2da. Guerra Mundial. Pero una vez que eso sucedió, EE.UU. puso en marcha el Plan Marshall que contribuyó enormemente a la reconstrucción de ese país.  Desde entonces quedó sellada la alianza entre ambas naciones.

En 1989, cayó el Muro de Berlín, un extraordinario hecho en la historia de la humanidad, y con él la derrota final del bloque soviético, luego de lo cual, Estados Unidos y la Alemania reunificada, son hoy naciones amigas y aliadas.

España vivió décadas bajo la dictadura de Francisco Franco, pero cuando esta nación volvió a la Democracia y la Libertad, no hubo revanchismo contra quienes fueron parte del sistema anterior, sino que España supo dar vuelta la hoja, y volver a ocupar dignamente su sitial en el concierto de naciones.

Nelson Mandela fue encarcelado por el régimen del apart-heid contra el cual luchó tenazmente en Sudáfrica. Pero cuando salió de la cárcel, no agitó a su pueblo para buscar revancha ni venganza, sino que ascendió a ser su Presidente, pacificó la nación y con su convicción, supo superar el pasado de discriminación, sentando las bases de convivencia que siguen firmes al día de hoy.

En todo caso, del pasado podemos rescatar lo provechoso que haya tenido, la lección de vida que nos haya dejado. El resto, hay que hacerlo a un lado.

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A partir de este lunes 12 de Septiembre, en Compartiendo en Video, vean el tema "Los Contrastes", en YouTube.
Nota: No soy responsable de los avisos que aparecen antes de la música que he elegido. Menos aún de los de contenido político. Sepan disculpar el inconveniente.