LA BONDAD: ESA VIRTUD

El diccionario define "bondad" como:

1   Inclinación natural a hacer el bien.

2   Dulzura, afabilidad, suavidad de carácter.

Un día me faltaban 25 centavos para poder añadir dinero adicional y salir de una estación del Metro en la ciudad de Washington. Pero lo mínimo que tenía era un billete de diez dólares, y si lo utilizaba, la máquina me iba a devolver todo el cambio en monedas.

En eso, se me aproxima un oficial de la Marina de Guerra, y me pregunta: ¿qué necesita?, le expliqué la situación, me entregó un billete de un dólar y siguió rápidamente su marcha hacia la salida de la estación.

Un muchacho en Montevideo, iba a ascender a su automóvil cuando vio a una señora ciega que intentaba cruzar Bulevar Artigas, con abundante tránsito. Cerró la puerta de su vehículo, fue donde la señora y le ayudó a cruzar. Luego retornó a su vehículo.

Un grupo de jóvenes liceales perdió a un compañero y amigo, víctima de un accidente de tránsito. No sólo crearon improvisadamente un lugar de recuerdo con su foto, sino que lo llenaron de flores, banderines, muñecos, y cantidad de mensajes póstumos, firmados. Allí reunidos hicieron una vigilia al anochecer, y a la luz de las velas, se veía en el rostro de ellos caer las lágrimas.

Un bebé en brazos de su madre, de pronto le sonríe a un hombre que está cerca. El hombre no puede menos que detenerse, sonreirle al bebé, y preguntarle por él a su madre.

Todas estas son instancias de la vida real. No imaginadas. Ustedes han sido testigos de ellas, y tal vez hasta protagonistas.

¿Qué es ese sentido de solidaridad humana, de ternura, de compasión que surge desde nuestro yo profundo y que nos lleva a actuar de esas maneras? Simplemente: bondad.

Una capacidad de sentir empatía por otros, y de darse con el propósito de hacer el bien. La bondad es esencialmente una expresión elevada del amor.

Afecto, cariño, afabilidad, ternura, son valores que integran la personalidad de muchas personas. Me atrevería a decir, de la gran mayoría.

Claro que hay otros que sólo buscan hacer el mal, provocar daños, destrucción. Movidos por odio o rencor, por deseo de venganza o por una soberbia atroz, sólo miran a sus intereses personales y no tienen una pizca de bondad.

Su felicidad no la encuentran en hacer el bien, sino que gozan haciendo el mal. Afectando la vida de otros, maquinando formas de llevar adelante actitudes que sólo trasuntan malignidad.

El profeta Miqueas describe muy bien esta situacion:

"¡Ay de los que piensan iniquidad, y de los que fabrican el mal en sus camas! Cuando viene la mañana lo ponen en obra, porque tienen en su mano el poder."

Pero también están quienes --hacedores del mal-- distorsionan de tal manera las cosas que pretenden hacer lucir como bondad lo que es maldad. Y así acomodan sus mentes. Bien lo dijo el profeta Isaías:

 "¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!"

Conscientes de tanta maldad desatada en el mundo, no añadamos nuestra cuota personal a ello, sino que pongamos en práctica la bondad. Enriquezcamos la sociedad y las relaciones personales con bondad.

Nadie como nosotros mismos nos sentiremos enormemente felices y en paz si procedemos de esa manera.

Sepamos perdonar, sepamos superar agravios, actitudes y frases hirientes, y sigamos adelante firmes en nuestro propósito de hacer un mundo mejor, y forjar relaciones humanas positivas y fructíferas.

enigma

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