Publicada que ha sido
la novela “El Amor de Frank y Laura – Un Romance del Siglo XXI”, he
abordado nuevamente a Frank buscando conocer sus reflexiones sobre su historia
de amor, qué le ha dejado como enseñanza, si acaso, y qué puede compartir con
nosotros.
Frank accedió a mi
requisitoria, y estas son resumidamente, las cosas que me confió. Las comparto porque considero que tienen valor
para quienes pudiesen llegarse a enamorar en circunstancias parecidas a las de Frank.
Nunca
relacionarse con alguien que tiene un compromiso asumido
Si la persona es
casada, por más que a uno le caiga bien o le guste, es algo que debe evitarse
absolutamente.
En mi caso –me dijo
Frank— yo no sabía que Laura era casada y tenía hijos, hasta que me lo dijo.
Para mejor, ella no
usa anillo de matrimonio para evitar que se lo roben. Esa ha sido la razón
esgrimida, --dice Frank-- pero eso no le impide usar aretes de oro regalo de su
marido, ni pulseras….
Por otra parte, ella
fue la que primero se enamoró de Frank, le buscó y halagó en sus mensajes por
Internet, hasta que Frank también llegó a enamorarse de ella.
Ella quiso esa
relación, en tanto él era cauteloso al respecto.
De modo que ella
llevaba más responsabilidad en lo que estaba haciendo y cuando se relacionaron
personalmente, Frank insistió por más de un año, en que ella dejara a su
esposo, tramitara su divorcio y él entones se casaría con ella.
Ella por su parte,
contestó todo el tiempo que no se divorciaría. La última razón para no hacerlo,
fue poner a sus hijos por delante.
Pero Frank supo por
ella misma, que ella estaba atada a un juramento que su esposo le arrancó luego
de una situación especial, juramento que la comprometía de por vida.
Para Frank eso era
lisa y llanamente una extorsión, pero ella la había aceptado.
Cuando le inquirí a
Frank respecto de esa situación especial, se negó rotundamente a darme
detalles.
Frank nunca quiso una
relación de amantes, a la que ella prefirió llamarla de “enamorados”.
Pero Frank buscó una
definición. No le gustaba estar en la posición en que se encontraba, le
desagradaba ser “el otro”, o el complemento para ella, de quien era su marido.
Ella al parecer,
pretendía poder tener dos amores, y eso para Frank no funcionaba bien.
De modo que lo mejor
es sólo abrirse al amor con alguien sin compromisos de ninguna índole. Ni
esposo/a, ni hijos, ni padres o madres a cuidar, etc.
No confiar en
correo, blogs y formas de conectarse a distancia
Una persona hábil
manipuladora, puede saber cómo manejar a su favor un correo electrónico, sus
artículos, poemas, fotos y música en un blog, sus Tweets, o entradas en
Facebook, para proyectar deliberadamente la imagen que quiere llegue a quien es
su receptor.
El receptor puede pensar que se trata de una
persona sincera, y por tanto confiar y creer en cuanto material le llega, sin
embargo, el consejo es no apresurarse, y llevar las cosas a bajo nivel y por el
mayor tiempo posible. Preguntar mucho,
buscar contradicciones, etc.
Frank confió en el
contenido de correos, blogs, escritos, etc.
Averiguar sobre
la persona con quienes la misma tiene trato
Si bien una relación
internacional complica esto en parte, bien vale hacerse un viaje al país donde
la persona está (si ello es necesario) y averiguar qué tal es, en la visión de
compañeros de trabajo, vecinos del barrio, etc.
No fiarse de la
imagen pública que pueda proyectar la persona. Conocerla lo más posible en su
realidad cotidiana y en el trato con otros.
Esto se transforma en
clave para saber realmente cómo es la persona, en comparación a cómo se
presenta a sí misma. Si ambas cosas coinciden, magnífico, si no, es hora de
finalizar la relación.
Frank me dice que no
hizo ninguna averiguación, ni fue a México para saber de Laura por otras
fuentes como no fuese ella misma.
Hay que tener
una presencia sostenida en el lugar necesario
Frank y Laura
supieron mantener su amor durante 21 meses usando de varias formas la Internet,
pero una vez que tuvieron su primer encuentro, los siguientes continuaron con
meses de separación entre sí. Y eso fue mellando la relación. Cansando tal vez a Laura, y sobre todo
defraudándola de lo que podía esperar de Frank.
Realmente Frank está
arrepentido de haber procedido así.
Es cierto que tenía su trabajo y su casa en
Estados Unidos, pero debió haber arreglado las cosas para pasar un buen tiempo
en México. Meses al menos, para que la relación con Laura se intensificase y
consolidase, para conocerse mucho más, y para llegar al punto óptimo en que
decidieran si iban o no a unir sus vidas para siempre.
Frank sostiene que
este fue su más grave error. No haber ido a México y vivir allí por largos
períodos, para hacer mucho más real la vinculación suya con Laura.
Así que si bien un
amor que va surgiendo puede mantenerse y acrecentarse hasta cierto punto por
una relación cibernética, el mismo exige finalmente, una relación personal
prolongada.
Cuando lo piensa
retrospectivamente, Frank se pregunta a sí mismo ¿cómo pudo no hacerlo?, ¿cómo
pudo imaginar siquiera que Laura iba a seguir enamorada de él –y por cuánto tiempo— sólo mediante una relación por
Internet?
Me dice al final de
mi diálogo con él: “fue una estupidez de mi parte”.
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Amigos, a tomar nota
de estas reflexiones, porque considero son valiosas para cualquier relación de
amor. Más aún, cuando justamente la internet, los chats, mensajes por Whatsapp,
correo electrónico, uso de Twitter y Facebook, de Skype, intercambios de videos
y fotos, todo ello forma parte también de las actuales relaciones.
Pero nada de eso,
jamás, debe sustituir el encuentro personal. La vivencia total de los
enamorados cuando están juntos.
Y ésta, es una
lección de vida.
enigma
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