Friday, April 27, 2018

LAS MUJERES SE EXPRESAN EN POEMAS

La forma literaria poema, no es privilegio de ningún sexo. Mujeres y hombres por igual, en tanto que humanos, han sido capaces y lo siguen siendo, de verter en versos, en rimas estructuradas, o en un decir libre pero igualmente diferente a la prosa, pensamientos y sobre todo sentimientos.

Aflora con naturalidad aquella conjunción inefable de palabras que no han de entenderse de pronto tanto por su significado intrínseco, sino en armonía con otras para formar un todo que nos provoca un impacto anímico-espiritual.

Hoy tengo el gusto de compartir con Uds. dos poemas escritos por dos mujeres.

La primera, una uruguaya que ganó reconocimiento universal, la Profesora María Eurenia Vaz Ferreira (Montevideo, 13 de julio de 1875 - 20 de mayo de 1924). 

La segunda, es C.L.O. (México, 18 de Noviembre de 1971) algunos de cuyos trabajos reproduzco porque los hallo meritorios de un reconocimiento.


Hacia la noche

Oh noche, yo tendría
una palma futura, desplegada
sobre el gran desierto,
si tú me das por una sola noche
tu corazón de terciopelo negro,
y yo, al compás de su morena sangre,
canto con las ondas beatas el sacro silencio.

Mi canto será vivo
sólo por el deseo
de serenar la cuotidiana angustia...   

Oh noche, yo te quiero
sin el fulgor de luminosos astros,
sin marinos clamores
y sin la voz que finge
en los cráneos sonoros el rumor de los vientos.

Oh dulce noche mía, oh dulce noche!
Aunque el glorioso pájaro del alba.
rompa después mi lapidario ensueño,
un polvo de inquietud arda en mis ojos,
y me seas de nuevo
sólo una palma antigua, replegada
sobre el gran desierto.


 María  Eugenia Vaz Ferreira




Tienes el alma de hierro

¡Tienes el alma de hierro!.
eres un luchador incansable,
para ti no hay imposibles,
y por eso te amo, y te respeto...
te adaptas muy fácilmente y
vives hoy sin miedos...
Con la autoestima muy alta,
eres bueno y apasionado,
sencillo y sensible...
nunca dejas de sorprenderte por
esas pequeñas cosas de la vida...
y además, ¡las describes tan bien!...
si, tu tienes el alma de hierro...
eres maleable e invencible...
indispensable en esta tierra...
honrado y derecho...
un hombre valiente...
nunca conocí tanta fuerza y carácter
tantas ganas de vivir y ser feliz
eres inagotable, sensible, y muy afortunado...
pero no es una coincidencia ha sido tu disciplina,
tu esfuerzo, la dedicación y el perfeccionismo...
ese don de mirar y observar, lo que nadie ve...
tienes el alma de hierro...
forjado con miedo, experiencias duras,
soledad y trabajo...
y aún así ¡tan noble!...
si, tu tienes el alma de hierro...
y yo, sólo te pido una sola cosa:
¡que nunca dejes de quererme!.

C.L.O.


Milton W. Hourcade
Textos protegidos por derechos de autor
 

Saturday, April 21, 2018

UN BALANCE DE VIDA



Las empresas hacen un balance anual, lo que suele llamarse balance general.

Curiosamente, las personas deberíamos hacerlo. No de nuestras finanzas, --aunque ello es aconsejable—sino de nuestra vida en sí misma.

¿Nos sentimos mejor o peor –física y anímicamente-- que el año anterior?

Dependiendo de la actividad que hagamos, ¿hemos ganado o perdido amigos/as, adherentes, seguidores/as, admiradores/as? 

¿Qué retrocesos o pérdidas hemos tenido, y qué ganancias en todos los aspectos?

¿Cuánto hemos progresado como personas, qué cosas hemos podido pulir y mejorar de nuestras personalidades, qué costumbre o vicio hemos abandonado para siempre, cuán felices nos sentimos, qué cosa aún nos angustia o atormenta, cómo podemos superar obstáculos y cuántos hemos superado ya?

Todo eso y más constituyen lo que llamo un balance de vida.

¿Lo hacemos?, ¿nunca, a veces, siempre, periódicamente, una vez al año?

Es aconsejable que lo hagamos, y para ello, necesitamos ser despiadadamente honestos con nosotros mismos. No podemos soslayar, dejar de lado, absolutamente nada. Todo tiene que ser puesto bajo el microscopio y observado detenida y objetivamente.

Sólo así es posible superarse. Sólo así es posible ser mejores. 

Sólo así se justifica nuestra existencia y vale la pena que vivamos, no sólo por nosotros, sino en relación con los demás, con vecinos, colegas, amigos, compañeros de estudio o de trabajo, y gente en general. 

El objetivo principal del balance es –como vehículo que entra al taller—qué es lo que hay que ajustar o cambiar, para andar mejor, en nuestro caso, para ser mejores.


Milton W. Hourcade
Textos protegidos por derechos de autor
  

Tuesday, April 17, 2018

ALICIA: ESPOSA, MADRE, MAESTRA

Este miércoles 18 de Abril de 2018, se cumplen 8 años de la desaparición física de quien fuera mi esposa por 39 años: Alicia Trillo Alvariza.

Alicia era una mujer excepcional en muchos aspectos.

Como esposa, le tocó vivir conmigo múltiples alternativas bien diferentes. 

Desde tener nuestra hogar al casarnos, a dejar todo para ir a vivir por dos años en Buenos Aires, donde culminé mis estudios de post-grado, y donde nació mi hijo Juan-Pablo.

Luego al regreso, estar un poco como gitanos, viviendo primero en Buceo, luego en La Aguada, y finalmente en La Blanqueada, donde nos radicamos por varios años, hasta que vinimos a Estados Unidos.

Aquí primero alquilamos un apartamento. Luego compramos otro apartamento y eso implicó nuevamente una mudanza. Y finalmente adquirimos una casa, y ese fue el último hogar que ella conoció, en Virginia, cerca de Washington D.C.

En todas esas alternativas, con todo lo que significa una mudanza, de países, de comodidades, y finalmente hasta de cultura, Alicia me acompañó estupendamente, sin perder nunca su lugar como ama de casa, a pesar de que, además, trabajaba.

En un tiempo dificil en Uruguay, cuando la tasa de desempleo había llegado al 19% y yo había quedado sin empleo, ella, con su cargo de maestra, fue el sostén del hogar durante 11 meses, hasta que volví a mi tarea periodística. 

Más adelante, no se arredró ante el salto enorme que significaba venir a vivir a Estados Unidos. Fue aquí que aprendio el inglés, fue aquí que aprendió a conducir y fue aquí donde también trabajó.  

Además de estar siempre atenta a todos los detalles de la casa, a Alicia le gustaba cocinar, y hacía cosas muy ricas. También sabía coser, y se arreglaba sus ropas o adquiría telas y las transformaba en cortinas. 

Una de las cosas que más le gustaba hacer --una que había aprendido en su curso de docente-- era tener y cuidar plantas.  Dedicarse a la jardinería era una de sus principales distracciones.  

En una de las ocasiones en que mi hijo --ya residiendo en EE.UU.-- viajó a Montevideo, fue a visitar a una ex-compañera de escuela
y le llevó un comestible como presente. La chica entonces le dijo: tú sigues la tradición de tu mamá, porque cuando estabas acá y venías a visitarme, ella siempre te mandaba con algo que ella había cocinado. 

A su vez, mi hijo recordaba que cuando él ya se había venido a vivir a Iowa City, y nosotros estábamos en Virginia, cada vez que nos visitaba, Alicia le esperaba con una torta de atún.

Así era ella como esposa y como madre.

Como maestra, era totalmente de vocación. Tenía el don de lo didáctico. Poco importaba si para dar una clase contaba o no con el material adecuado. Ella se valía de lo que tuviese a mano para enseñar a sus alumnos y su docencia era magistral.

Tuvo clases de casi todos los años. Para ella, cada etapa en la vida de los niños tenía su encanto y sus desafíos. 

Le tocó trabajar en escuelas de la periferia montevideana, hasta que pudo elegir las que estaban netamente en el casco urbano. 

Concursando, obtuvo el cargo de Directora, que ejerció en dos escuelas, antes de venir a EE.UU.

En la escuela No. 10,  de la Avda. San Martín y Martín García, fue varios años maestra, y luego Directora. Y de allí pasó a ser Directora de la escuela No.33, República de Colombia, en la calle Blandengues 1884, donde culminó su tarea docente en Uruguay.

En una de esas escuelas, y en un accidente, un niño se quebró un brazo. Ella llevó al niño lesionado a un hospital y permaneció con él hasta que le enyesaron y le enviaron a su casa. 

Tal vez estas anécdotas sirvan para tener una semblanza de su personalidad. Si algo cabe agregar es que era gran amiga de sus amigas, y se hacía querer.

Cuando se enfrentó a la cruel enfermedad que finalmente terminaría con su vida, lo hizo con una serenidad y un afán de luchar y seguir viviendo realmente extraordinario. Ella trabajó hasta que yo mismo le tuve que persuadir que dejara sus tareas porque el trato con muchas personas le exponía a complicar más su salud, dado que su sistema inmune estaba disminuido.

La oncóloga que la atendía, me dijo un día: "si su esposa no tuviese la voluntad de vivir y de hacer que tiene, haría un año que ya no estaría entre nosotros".

Como esposo, aprendí mucho de ella y con ella. Y eso forma parte de mi ser.

Tal vez dos palabras la pudiesen definir: temple y corazón. Así era ella.

Siempre agrego una música al final de cada texto de este blog. Y en esta ocasión, elijo una que a ella le gustaba y que hasta la había aprendido a cantar.  Héla aquí:


Milton W. Hourcade
Textos protegidos por derechos de autor.






Monday, April 16, 2018

¡¡¡BESOS!!! Y UN POEMA

Primero una confesión: estuve dudando mucho en escribir o no lo que sigue, pero finalmente me decidí.

Después de todo, el tema es el beso, y besar. Y es una de las cosas más tiernas y hermosas que hay.

Resulta que el 13 de Abril fue el Día Internacional del Beso. Con esa excusa, más de uno habrá querido besar a alguien que tenía cerca, y dependiendo de ese alguien, puede haber tenido otro beso como respuesta, o un rechazo.

Pero siguiendo con el tema, una dama publicó en Twitter un par de entradas memorables.

La  primera muestra una selección de besos en películas y dice:
"estos son algunos de los mejores besos en las películas... y si nos emocionan tanto, ¿por qué no hacerlos realidad?...

La segunda es más jugosa aún:

"¿sabían que los besos son un indicador de cómo está la relación de pareja?. Al principio de relación, besamos mucho, de lengua y apasionadamente... pero en matrimonio, cada vez besamos menos... ¡Los besos enamoran!

Los subrayados son míos.

Siguiendo con el tema, y para culminarlo dignamente, comparto con ustedes un poema:

Me muero…..

, me muero por besarte,
me muero por estar contigo cada día...
por escuchar tu risa...
por saber de tus historias,
por conversar largamente contigo...
por estar ahí, en tus silencios..
por ver tus ojos y descifrar el significado de tus miradas...
¡por disfrutar a tu lado de ese gran amor que le tienes a la vida!...
¡me muero por estar contigo!
¡ser increíble!, bueno, dócil, fuerte, tierno!...
¡me muero por besarte!...
                                               C.L.O. (mexicana) 
                         
Se me ocurre que la dama del Twitter esta necesitando un besador de calidad. Uno con ganas de dar besos apretados, prolongados, apasionados, de lenguas entrelazadas. Tal vez de esos que quisiera tener...

Pero ¡que viva el beso! y ¡que vivan esos besos ardientes! son parte de la salud, del fortalecimiento del sistema inmune, de la liberación de adrenalina y oxitocina, que dan placer y sensación de bienestar. 

En resumen, el beso es una experiencia feliz.


Milton W. Hourcade
Textos protegidos por derechos de autor