Sunday, December 9, 2012

LOS PESEBRES OFICIALES

Tal vez una de las notas más reiteradas andando por calles y rutas de ciudad México y alrededores, en esta altura del año, y desde Septiembre en adelante --me aclaran--  es la presencia de pesebres.

Pero a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, donde se pueden ver pesebres particulares en los jardines de casas, o lo que ocurre en mi nativo Uruguay, donde a excepción de las iglesias y alguna casa particular, no hay pesebres, en México hay muchos pesebres oficiales.

O sea que las autoridades de la Colonia (como le llaman a los barrios) o de una muncipalidad, arman y exponen el pesebre. 

Y claro, el pesebre es motivo de atracción no sólo turística, sino también y muy en especial para los padres que llevan a sus niños a verlos, y les explican la historia del nacimiento que el pesebre representa.

Los hay pequeños, que se iluminan muy bonitos de noche, pero los hay grandes, con personajes a tamaño real que impresionan. 

Además de haber representaciones en vivo de pesebres, en reuniones y celebraciones especiales.

No se puede negar la influencia muy grande que la iglesia católica tiene en México, a pesar de que existe separación entre Iglesia y Estado. Pero el "ethos" católico, permea a la sociedad mexicana. Y cuando llegan celebraciones como la Navidad, o Semana Santa, todo de alguna medida se transforma.

Tal vez hay mucho de lo que se ha dado en llamar "religiosidad popular", donde de alguna manera, la gente común manifiesta su fe en algo que la trasciende, la supera, está "mas allá" de lo de todos los dias.  Una especie de toque de eternidad, o de presencia divina, en medio de la secularidad cotidiana. 

Y hay que aceptar --al menos yo lo hago--  la legitimidad del fenómeno, y la fé de quienes lo viven, por sobre toda racionalidad o esfuerzo de querer negar algo que está en la quintaesencia misma del ser humano: la añoranza de lo divino, de lo que es  superior a lo humano. 

Algo que como si fuese atávico, lo tenemos tal vez en nuestros genes, pero está y en ocasiones especiales, se manifiesta y crea una especie de arrobamiento muy particular. 

En México, en este México moderno, pujante, dinámico, hay lugar para el pesebre, para la recordación, para detenerse por un momento y mirar esa escena...

Y en la Nochebuena, está la gran tradición de las posadas, y unos se visitan a otros, y piden posada, y es motivo de alegría, y de invitar a pasar, y de servirse algo de comer y de beber, y continuar...tiempo lindo, después de todo, este de la Navidad.

Y en esto de las posadas, así como en los mismos cánticos navideños, no se puede negar que en México, --a diferencia del Sur latinoamericano-- sigue vigente en forma significativa, la influencia española.


enigma

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