Tuesday, March 25, 2014

PLANIFICAR LA VIDA

Quisiera comenzar por una reflexión. La reflexión que hizo una persona sobre sí misma, sobre su realidad cotidiana.

Algo así como preguntarse: ¿estoy viviendo, conduzco yo mi vida como yo quiero, o la vida me conduce, me lleva, y yo voy atrás, como sometida a un  hado invisible?

¿Hasta qué punto somos concientes de nuestra situación, nos la planteamos y somos capaces de resolverla adecuadamente?

El texto de esa magnífica, inteligente reflexión, dice así:


Mis razones...


Razones...

Yo, quisiera encontrar mis propias razones, explicármelas a mi misma, comprenderme, entenderme, no para justificarme, tan sólo para saberme, conocerme...

Y me pregunto si la vida me lleva como un caballo que ya se me desbocó... o aún yo llevo las riendas de esta mi existencia "bizarra"...

y me da pavor llegar a la conclusión de que la vida me lleva y que yo actúo sólo en consecuencia...

y que los días pasan y pasan y yo estoy respirando, sonriendo, durmiendo, hablando, comiendo, sufriendo, trabajando, abrazando, besando y mirando... y que estoy haciendo todo eso, menos viviendo...
ah!, es que la vida pasa tan rápido, tan rápido... uno nunca se imagina llegar a la edad que tiene, y no nos percatamos que "nunca seremos más bellos y fuertes como lo somos ahora, justo ahora, en este preciso instante"...
y es por ello que es ahora o nunca... ahora... o nunca...
pero más bien la pregunta debería ser: ¿tengo el valor?... ¿soy capaz?... ¿realmente estoy dispuesta a "tomar las riendas de mi vida"... a decidir por mi misma, sin depender de las circunstancias y de los demás?... ¿a hacer lo que yo quiero, y esforzarme por lograrlo, aunque no hay seguridad alguna de que así será?... ¿estoy dispuesta a jugarme entera?...
(suspiro... y lleno mis pulmones de aire... exhalo...)
y en eso estoy... buscando mis razones...¡ y armándome de valor!...

Bueno, yo desconozco si esta persona tuvo valor, estuvo dispuesta a jugarse entera, o tal vez no encontró la cantidad de razones suficientes como para dar un paso importante que hubiese podido cambiar totalmente su vida.

Pero lo importante no es un juicio sobre la persona y su indecisión o su decisión por quedarse como estaba sin cambiar nada, y dejar que la vida la siguiera llevando y ella actuara sólo en consecuencia, o como ella misma lo dice, continuar haciendo todo, lo de todos los días, "menos viviendo".

Porque la vida implica ser uno mismo, ser como se es, ser íntegramente, no tan sólo una parte. La vida determina que seamos coherentes con nosotros mismos, que tengamos el coraje de mirarnos hacia adentro, y de objetivar, --como ella lo hace-- la realidad.  Pero luego se requiere el coraje mayor, tomar el timón, y cambiar de rumbo. 

La vida tiene que planificarse. El quién soy y el qué quiero ser, el dónde estoy y hacia dónde voy o el a dónde quiero llegar, son preguntas necesarias. 

Cuando las obviamos, nos traicionamos. Pero una vez que las preguntas están bien planteadas, tenemos que ir planificando los pasos a dar, metódicamente, para llegar a la meta que nos hemos propuesto.

No todo será como más nos guste, o absolutamente ideal, pero, tenemos que plantearnos sinceramente hacer que lo posible, sea posible. Y lanzarnos hacia ese proyecto de vida, en que seguramente no estaremos solos, con fe, con la esperanza de que lo podremos lograr.

Por supuesto que hay escollos, que el camino puede no ser facil, que se pueden presentar obstáculos, pero si mantenemos firme nuestro rumbo, si no permitimos que nada nos desvíe de nuestro objetivo, entonces lo lograremos.

Efectivamente el tiempo pasa, y cada día que no hacemos algo por gestar esa nueva realidad, es un día perdido. Y pueden ser meses y años perdidos. 

Y si es verdad que nunca estaremos tan jóvenes como hoy, no esperemos para hacer realidad lo que queremos, lo que íntimamente estamos convencidos que es lo que responde a nuestra manera de ser, a lo que buscamos, a lo que deseamos hacer nuestro. ¡Tomemos la decisión ya, cuanto antes!  Mañana puede ser muy tarde. Mañana puede terminar siendo nunca. 

Y entonces miraremos retrospectivamente, y nos diremos: hemos perdido para siempre la oportunidad de ser nosotros mismos, de ser auténticos, de llevar la vida que quisimos fuese realidad. Hemos condescendido a todo lo otro, que nos robó nuestro propio ser. Ya no somos....y no hay posibilidad de revertir el tiempo perdido.

Por eso, amiga, amigo, si piensas con claridad acerca de tu existencia, de lo que es en la actualidad y lo que puede llegar a ser, no te digas: ¡ay, si pudiera!, siente que realmente puedes, sí puedes, nada ni nadie tiene la capacidad de anularte o detenerte. Pero actúa con firme convicción, con seguridad, con la vista fija en tu meta. Y paso a paso, sistemáticamente, dirígete hacia ella. Los obstáculos irán cayendo, quedando de lado, y llegarás triunfante.

No temas mientras avanzas, no dudes mientras decides, piensa permanentemente en llegar a lo que quieres, a ser tú mismo/a como quieres ser. A comandar en tu vida, a hacer que realmente tu existencia tenga un sentido total, y te sientas feliz. 

enigma
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