No he podido contener mi emoción y admiración, por esa pequeña que en su cartita a los Reyes Magos, no pidió juguetes, ni ninguna cosa para ella, pero pidió que haya Paz y Más Amor entre la humanidad.
¡Que hermosura de criatura!.
Cuando en rápida secuencia repasamos en nuestra mente los horrores de que a diario nos enteramos ocurren en el mundo, --cuando no en nuestra propia ciudad o barrio-- que una niña no haya pensado en sí misma, en lo que le gustaría tener, (vestimenta, juguetes,etc.) sino que haya pensado en la humanidad, y haya pedido Paz y Más Amor, es algo sublime, excepcional y maravilloso.
Sus padres deben sentirse legítimamente orgullosos, por dos razones fundamentales: 1) porque tienen una niña que es capaz de pensar y sentir así; y 2) porque deben reconocerse como artífices de la educación y la formación de valores en esa niña. Posiblemente el colegio al cual la niña asiste tenga algo que ver también con esos valores por ella tan apreciados.
Pero, en medio de todo el ambiente infantil que se vive en torno a la llegada de los Reyes Magos, y toda la abrumadora publicidad que gira alrededor de los mismos, más las ofertas de juguetes desparramadas por los vendedores en las calles, es difícil para un/a pequeño/a abstraerse de toda esa influencia, y concentrarse en lo que verdaderamente importa.
¡Y esta bendita niña lo hizo! Y me atrevo a pensar que muchos otros alrededor del mundo también lo hayan hecho.
Después de todo, son ellos los niños quienes nos enseñan a nosotros a perseverar en los auténticos valores. Son ellos, los sinceros, los que no usan hipocresía porque no están corruptos, son ellos los que dicen y reaccionan de corazón, los que nos sorprenden a los adultos con ideas, sentimientos y frases que nos dan vuelta como una media.
Siempre he pensado que los niños son la versión más prístina, pura y acabada del ser humano. Lo que los mayores deberíamos ser. Pero mientras que el proceso de llegar a adultos nos insensibiliza, endurece, hace egoístas, querellantes, y hasta violentos, ellos tienen la frescura original que nosotros hemos perdido.
Por eso Emmanuel (Jesús) dijo a los adultos: "porque de ellos es el reino de los cielos", y aún más: "si no se convierten y se hacen como niños, no van a entrar en el reino de los cielos."
¡Qué lección magnifica nos ha dado esta niña!
enigma
Textos protegidos por derechos de autor
No comments:
Post a Comment