Eso para referirme solamente al panorama internacional, bien conocido por todos.
En Argentina --luego de elecciones-- comienza a gobernar un nuevo presidente, y cambian las perspectivas y relaciones con los países del continente, y corre un aliento de renovación dentro de la propia nación sureña.
En Venezuela gana la oposición las elecciones parlamentarias, pero el "chavismo" que sostiene al dictador Maduro, busca subterfugios para impedir que el nuevo órgano legislativo con mayoría opositora, pueda ejercer libremente su actividad. El drama no termina aún, pero terminará con la derrota total y vergonzosa de Maduro, de eso estoy seguro.
Bastante para el comienzo de año. Pero ¿y qué de cada uno de nosotros en lo personal?
¿Cuán distintos o iguales nos sentimos en el nuevo año? ¿No nos hemos atrevido siquiera a ensayar un "nuevo yo", que modifique, cambie, o altere los patrones de conducta que sostuvimos el año que se fue? ¿Seguiremos empecinados en repetirnos, en lugar de abrirnos a lo nuevo, a lo desconocido, a lo a explorar, aunque sea por mera curiosidad?
¿Será que tenemos miedo a nuestros sentimientos, o a encontrarnos con una realidad que nos sacuda tanto por dentro que nos parta en dos?
Muchas personas suelen trazarse propósitos y metas para el nuevo año. ¿lo hemos hecho? y si no, ¿qué estamos esperando para tomar papel y lapiz, o abrir un documento en la PC y comenzar a escribirlo con esos propósitos y desafíos?
Porque algo nuevo tiene que suceder, algo nuevo tenemos que gestar, algo diferente tiene que marcar 2016 de todo lo que lo precedió.
Tenemos que analizarnos introspectivamente, y ver nuestros puntos altos y bajos, nuestras capacidades y nuestros sueños, y ver de qué manera con ellas, podemos cumplir estos otros.
Tenemos que procurar ser nosotros mismos, nuevos. Nuevos seres, nuevas personas, con nosotros mismos y en el relacionamiento con quienes nos rodean, y por sobre todo, con todas las personas a quienes queremos bien, comenzando por la familia, las amistades, los conocidos, los vecinos, los compañeros de tareas, estudio, o expansión.
¿Qué tenemos que cambiar para ser más nosotros mismos?
¿Qué ajustes tenemos que hacer para que los demás nos entiendan mejor y nos acepten ?
¿Como estamos respecto del amor? ¿No es hora de avanzar, de sentirlo más profundamente, de descubrirlo, de pronto? ¿Nos hemos dado cuenta que es el motor principal de la vida, la fuerza positiva y creativa que va con nosotros, lo que nos hace perdonar y superar adversidades, y especialmente sentirnos íntimamente felices?
¿Cómo están nuestras finanzas? ¿Hemos aprendido a ser cuidadosos en el manejo de ellas, ni tacaños ni manirrotos?
¿Hemos sabido terminar de hacer la "calesita" con las tarjetas de crédito, o aún no nos hemos percartado que pagando de a cuotitas, terminamos pagando el doble que si lo que adquirimos lo hubiésemos pago íntegramente, o a lo sumo en dos o tres veces? ¿Qué ambiciones e ideas tenemos sobre nuestro trabajo, sobre iniciar un negocio por nosotros mismos, una actividad de calidad que nos reditúe lo adecuado? ¿Es posible que nos asociemos a otras personas?
Sí, el Año Nuevo nos plantea varias interrogantes y ofrece opciones para que exploremos y explotemos a nuestro favor sus 365 días. Ya van 15, y no hay que dejarse estar.
¡A ser nuevos, en el nuevo año!
enigma
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