Friday, September 28, 2012

Nuestra responsabilidad

Una sociedad funciona por la responsabilidad de quienes la componen.

Hay una manera ciudadana de entender, de manejar valores, y de hacer las cosas.

En "yo primero", la prepotencia,el "a mi que me importa", el "no te metas", son antivalores, no sirven para convivir. Son repugnantes expresiones de un egoísmo exacerbado.

Conozco gente que piensa y actúa asi. Allá en el lejano Sur esas cosas son moneda de todos los días. No habla bien de esas gentes, no habla bien de su educación, de su cultura, de su convivencia.

Se despedazan entre si. Se amasijan, se pisotean, y nadie es más que nadie. Colectivamente todos son menos. No suman, restan permanentemente.

Ni los que les gobiernan se salvan de todo ello. De la mediocridad en el lenguaje, del pensamiento sin sentido, de las frases aparentemente lógicas pero burdamente ridículas. Como una mujer puesta a presidente, que vino a decir aquí en Washington, en una Universidad, que si Estados Unidos no tenia grupos que provocan desórdenes públicos, era porque no había "una embajada estadounidense"  ¡Quiérese mayor dislate! Con lo cual, de paso, la susodicha dama, condonaba la violencia, las expresiones de las turbas desenfrenadas, siempre que en algún lugar hubiese una embajada de Estados Unidos contra la cual ir, atacar, atentar.

Vaya manera más sucia e infame de pensar, para alguien que es la autoridad máxima de un país. Bueno, tal vez habría que decir simplemente "la mandamás".

Me dio mucha tristeza por el país que representa, donde tengo familia y amigos queridos.

Pero también me quedé preguntando ¿quiénes fueron los imbéciles que tuvieron la malhadada idea de invitarla?, a menos que haciendo gala de un humor negro hubiesen querido encontrar un motivo para burlarse con ganas.

La sociedad estadounidense es diferente. La gente es en su mayoría respetuosa, considerada para los demás, solidaria.

JRecuerdo que luego del temporal que azotó nuestra área el pasado 6 de Junio, varios semáforos quedaron un par de días (no semanas, ni meses) sin funcionar. Y había que ver en la intersección de calles y avenidas, cómo los  conductores se miraban entre sí, y se hacían señas, habilitándose unos a otros para cruzar y pasar. Nadie atropellaba, nadie pensaba "primero yo" porque habría habido centenares de accidentes. No los hubo por ese sentido de responsabilidad social.

Hoy fui a un supermercado. Y hay gente --muy posiblemente extranjeros de los cuales hay muchos habitando el Norte de Virginia-- que no se han adaptado aún a esta sociedad. Que son desaprensivos, o indolentes. Y habían dos carritos del supermercado ("changuitos" como algunos les llaman) dejados en lugares destinados al estacionamiento de vehiculos.

Ciertamente me fastidió verlos allí. Entonces cuando descendí de mi automóvil, tomé los dos carritos en mis manos, y los fui llevando hasta que se los entregué a un empleado del negocio que justamente estaba recogiendo otros. Me agradeció.

Yo simplemente con esa acción, entendí estar cumpliendo con un deber elemental de ciudadano que vive en una sociedad civilizada, donde las cosas se hacen con orden, y donde se pone la pequeña cuota del algo que uno puede hacer, para que todo esté bien. En este caso, para que otros pudiesen estacionar sus vehiculos donde tenían derecho a hacerlo.

No me costó nada. Pero asumí esa responsabilidad.

He visto gestos semejantes de parte de otras personas y en otras circunstancias, como cuando un periodista costarricense con quien tuve el gusto de trabajar, hace muy poco, consoló y dio ánimo a una señora anciana que se había accidentado en una estación del metro, hasta que llegaron los paramédicos y se hicieron cargo de ella.

Así se vive en sociedad. Así se procede con los semejantes. Asi se cuidan valores que son de todos.



enigma
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