Viejo es el dicho de que quien mira el árbol se pierde de ver el bosque.A mi me ha sucedido algo parecido. Me quedé mirando una flor, y me perdí el jardín.
Pero como quien ajusta la lente de una cámara, para pasar de una focalización en macro a una panorámica, he dejado de concentrarme en la flor, para descubrir el jardín que me estaba perdiendo.
Y vaya que hay flores hermosas, y bonitas, de diferentes colores y formas, con variados perfumes y fragancias.
Es una dicha encontrarse en la situación de ver tantas flores, y poder
aspirar el aroma de una y de otra, y finalmente, escoger la que más agrade.
Ya he descubierto alguna flor cuyo especial atractivo me ha hecho aproximarme a ella.
Quiero mirarla atentamente, observarla en detalle, ver la perfección de sus líneas, su color, aspirar su perfume, y si realmente me convence, será la flor que finalmente escoja.
¡Pero qué hermosura es ver y apreciar todo el jardín!.
Ahora pienso en lo que me estuve perdiendo.
Afortunadamente he reaccionado a tiempo. Vale la pena.
enigma
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