El alma es la quintaesencia de lo que somos, de quiénes somos, de cómo somos.
El alma dice por nuestros ojos, habla en el silencio, se expresa en gestos concretos, se compromete sin aspaviento, el alma nos representa.
A esa alma, le escribo hoy. A esa hermosura humana, le dedico este poema.
Valórelo quien quiera y se quiera, y escudriñe en lo profundo de su ser, si acaso es capaz de reconocer algo de lo mucho que aquí digo.
ALMA
No te
pido
Un alma pura
¿quién
la tiene?
Pero te
pido
Un alma
buena
Que va y
que viene
Que se
dedica
Diligente,
A quienes
sostiene
Que se
abre
Da, y
comunica
Y así se
mantiene
Un alma
Sencilla
y sensible
Tierna y
dulce
Un alma
Que es
flor
En la
existencia
Aroma de
rosa
Aroma humano
Suave y
delicioso
Alma que
sufre
Y llora,
que ríe
Y que se
enamora
Alma
inquieta
Que hace
posible
Lo que
es difícil
Alma que
A sí
misma
Se sabe
hermosa
Llena de
candor
Y a la
vez
De pasión
y furor
Alma, maravillosa
Descubierta,
sin querer
Adorada para
siempre.
Gracias
que eres
Y estás
Hoy, en
este tiempo
Tiempo
para ser
Y para
crecer
Tiempo
de infinitud.
Bendita
seas
Oh, alma
Bendita tu
virtud.
enigma
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