UNO CON TODO Y TODO EN UNO

Se habla hoy día de que los recursos acuíferos del mundo tienen una existencia finita. 

Que ya hay lugares de la Tierra donde el agua escasea, en tanto por cierto, en otros, el agua se derrocha inconsideradamente.

También y paralalelamente, el medio ambiente en general, la biósfera gracias a la cual existimos está en grave peligro. 

Las capitales de algunos países son terribles engendros de polución y muerte. 

A ello le agregamos la contaminación visual --pegatinas, graffitti, enchastres; la contaminación sonora --altoparlantes en medios de transporte público, o en festejos cuyos organizadores no tienen consideración ni respeto por quienes no tienen por qué escuchar sus voces, gritos y "música" (si así puede llamársele), y la contaminación del aire mediante la quema de combustibles fósiles, un parque automotor que en muchos países es cuasi obsoleto, y un descuido en la aplicación de normas sobre motores, escapes, etc.

No es de extrañar que un ser humano afectado por tantos factores, se encuentre estresado, con propensión a reacciones violentas, con una pérdida del sentido común, y con falta de consideración y respeto por sus semejantes.

Estamos todos los días pergeñando monstruos en nuestras sociedades. Hasta en algunos gobiernos...

Nos es menester rescatar el sentido holístico de nuestras vidas.

Somos lo que somos esencialmente, al ser uno con todo cuanto existe.

Somos hermanos de las estrellas. Nos fundimos en la inmensidad del cosmos, porque en nosotros están los mismos elementos constitutivos de esa realidad gigante.

Pero somos también hermanos de los minerales, y de todo ser viviente. De ahí el respeto a los animales y a las plantas. 

Somos evidentemente uno con todo, y si no respetamos ese todo, nos disminuimos en nuestro ser.

Porque además, todo cuanto existe está en uno. Somos parte de un todo, pero tenemos que tomar conciencia, tenemos que sintonizar finamente, y tenemos que armonizarnos con el todo, para ser auténticamente el uno que tenemos que ser. 

Si necesitamos por razones de salud, hacer gimnasia corporal, necesitamos también por razones de salud, hacer ejercicio espiritual. No podemos dividirnos antagónicamente entre materia y espíritu. Somos una entidad total, que abarca ambos aspectos intrínsecamente entrelazados entre sí. 

De modo que así como queremos afiatar nuestro cuerpo para un mejor estado físico, de la misma manera debemos ser conscientes de que nuestro espíritu necesita ser puesto en movimiento, para que en nosotros existan el equilibrio y la armonía necesarios.

Así, y sólo así, podemos recibir cada día con paz en nuestro corazón, sabiendo que podemos poner en acción una cantidad de fuerzas positivas que obran en nuestro favor.

No es cuestión de un día, de un momento, de un impulso, es cuestión de todos los días, de constancia, de perseverancia, de aplicación seria y concienzuda en lograr el ser mejor que podemos alcanzar. 

enigma

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