El tema del amor, es inagotable.
Siempre lo definiré como el sentimiento que nos distingue como seres humanos. Aquí y ahora, me restrinjo a considerar el amor de pareja, ese amor sublime, suave, tierno, delicado, exquisito, que se manifiesta en un roce apenas de los labios, o de los dedos recorriendo lentamente el cuerpo, con una especie de tensión contenida que va en aumento y que de pronto se torna impetuosa y estalla como un volcán, llena de impulso, de hambre, de ganas y de pasión indomeñable.
Hoy recojo un poema del gran pensador, escritor, poeta y diplomático mexicano Octavio Paz. Lo tituló "Dos Cuerpos":
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.
son a veces dos olas
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
Dos cuerpos frente a frente
son dos astros
son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
Dos cuerpos frente a frente
son dos astros
que caen
en un cielo vacío.
Me gusta todo el poema porque refiere a situaciones diferentes. Pero en particular me agrada la tercera estrofa que habla de raíces entrelazadas...
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