La madrugada que pasó tuve un sueño hermoso. A mi me dejó contento.
Les cuento tal cual ocurría. Sueño en colores, con montón de detalles de fondo, y los principales bien nítidos.
El sueño comienza en que voy en un autobús y a mi izquierda viene sentada una chica joven (¿en sus 20s?) con la que voy conversando. Desconozco el tema. El hecho es que cuando me pongo de pie para descender del vehiculo, ella también se levanta y cuando me voy a despedir con un beso en la mejilla, ella mueve rápidamente su rostro para que sus labios coincidan con los míos.
El movimiento me sorprendió, acerqué mi rostro a ella, y mirándole a los ojos, volvimos a besarnos apenas juntando los labios, ambos sonrientes, entonces decidí darle un buen beso, y nos abrazamos durante el mismo sin importarnos el resto de la gente. Le dije que teníamos que vovlernos a ver, y en eso quedamos.Luego descendí del vehículo.
Describir a la chica seguramente despierta la curiosidad de ustedes. De complexión más bien menuda, cabello castaño oscuro, linda sonrisa, lindos ojos negros pero no muy grandes, labios regulares, no gruesos. Pero sobre todo, una actitud enormemente amistosa, cariñosa.
El sueño vuelve --como si fuese otra escena-- donde en un lugar que podría bien ser un restaurante, veo a la chica muy sonriente acompañado de una media docena de muchachos en una mesa. En ese momento siento algo parecido a celos, pero en cuanto ella me ve, deja al grupo y viene conmigo, y allí volvemos a besarnos con ganas, y el sueño termina.
Lo agradable del sueño, para mi, no consiste tanto en el disfrute del beso en sí, sino en el hecho de que siendo tan joven, la chica se siente profundamente atraída por mi, que le llevo muchos años de diferencia,y es ella la que toma la iniciativa de besarme.
La chica de la foto, la encontré luego de haber escrito este texto y de haberlo publicado con otra ilustración. La hallé en un sitio web de los 50 rostros más bellos de las telenovelas. Como no veo ninguna, a esta señorita jamás la había visto antes. Es lo más parecido que encontré a la chica de mi sueño. Ella se llama Marlene Favela.
El ámbito donde se da el sueño, quisiera pensar que es Montevideo, porque entre los uruguayos ahora, es más que común saludarse con un beso en la mejilla. Lo hacen entre hombres --cosa que antes jamás sucedía-- y ni qué hablar entre mujeres y en mujeres con hombres.
El sueño después de todo es sólo eso.
En mi reciente estadía en Montevideo no me sucedió nada parecido, pero dos cosas me impactaron, lo vívido del mismo, (si la chica existiera y la viera, no dudaría en reconocerla de inmediato) y lo sorprendente y agradable --después de todo-- de su actitud para conmigo.
Que les divierta la lectura de este sueño.
A ver si son capaces de comentarme algo que ustedes hayan soñado. Comuníquense conmigo, háganme llegar comentarios sobre mis artículos, propónganme temas, o consúltenme sobre alguno en particular, referido a cosas que aquí he abordado.
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