Amigos, hoy me voy a referir
a una práctica que algunas personas realizan como algo habitual, pero imagino
que la mayoría la considera una actividad extraña, o simplemente no la conocen
o ejercitan: la meditación.
¿Qué es la meditación?
Es una simple
práctica que nos permite por un momento ausentarnos de la realidad y alcanzar
una paz interior y un equilibrio emocional para luego continuar con nuestra
vida diaria, pero mejor equipados para enfrentar diferentes circunstancias.
No se puede negar que
vivimos en una sociedad cada vez más complicada, violenta y competitiva al
máximo, donde podemos ser objeto de hipocresía, traición, conspiración y muchas
otras cosas repudiables.
En medio de todo eso
hay seres queridos por los cuales velar, hay amor, hay actividades recreativas,
reuniones con amigos, etc.
Equilibrar y
compensar todo esto no es fácil, pero entonces viene la ayuda de la meditación,
que contribuye a que nos manejemos diariamente entre esos dos polos, con
solvencia, y por sobre todo con calma interior.
¿Cómo podemos
practicar la meditación?
Teóricamente, en
cualquier momento y lugar. Preferentemente en soledad y en silencio.
Una forma puede ser
cerrando nuestros ojos y simplemente concentrándonos en nuestro ritmo de respiración,
inhalación y exhalación. Y dedicarle unos minutos a esta práctica.
Otra, demanda que nos
preparemos.
Si tenemos la
oportunidad de meditar con tranquilidad, debemos apagar el teléfono celular,
también dejar nuestro reloj y toda cosa que nos oprima como collares, joyas,
usar ropa liviana y aflojar nuestro cinturón de modo que no nos apriete,
desabrochar cualquier botón y aflojar cualquier cierre que nos constriña. Así,
nuestro físico no nos perturbará para nuestro ejercicio.
Podemos sentarnos en
una silla con las manos descansando sobre nuestras piernas o en los posa brazos
del mueble que usemos, manteniendo nuestro torso en posición vertical. Tenemos
que sentirnos confortables en esa posición.
Con los ojos
abiertos, se recomienda estar en un ambiente totalmente a oscuras y
concentrarse en un punto de luz, que puede ser un simple LED o una vela
pequeña. La luz debe estar a una distancia de un metro y medio a dos metros de
donde nos encontramos ubicados.
Mientras estamos en esa situación podemos ayudarnos con una música apropiada que inspire aún más nuestra concentración.
Vamos a fijar nuestra
vista en esa luz sin pensar absolutamente en nada, simplemente concentrándonos en mirar esa luz. Así
estaremos por unos minutos hasta que con una respiración profunda, dejaremos
nuestro ejercicio.
Les deseo éxito y
buenos resultados.
Milton W. Hourcade
Textos protegidos por derechos de autor
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