Si vivieras aquí en Estados Unidos te acostumbrarías a ver en la TV publicidad de diferentes organizaciones solicitando dinero.
También recibirás en tu correo una cantidad de material con etiquetas con tu nombre y dirección para usar en el servicio postal e imágenes de flores o animales, o la bandera estadounidense, también solicitando apoyar una noble causa.
A veces la alternativa a la cual te enfrentas es en cierta manera ridícula. Porque sí, se puede querer a las mascotas pero no es lo mismo que te pidan 19 dólares por mes para mascotas, que el mismo monto para un hospital para niños, o veteranos de guerras.
Todo esto es permanente, aparte de las circunstanciales solicitudes de donaciones para víctimas de un desastre, ya sea un huracán, un terremoto o un incendio de vastas proporciones.
Esencialmente es la apelación a dar algo en favor de otros. Es una apelación a la solidaridad y la generosidad. Y eso es bueno.
Pero yo prefiero elegir la mejor manera, que es dar de uno mismo.
Elije a una persona o personas y concentra tus pensamientos, tu efectiva solidaridad, tu preocupación por sus vidas, sus problemas, su salud, las necesidades que tienen, ayúdales a resolver problemas, hazles sugerencias, y está en contacto regular con ellas.
Es una forma específica y concreta de hacerles sentir que te preocupas por ellas, que ellas son importantes para ti, que ellas valen.
Dándote a ellas les haces sentir que no están solas, que ellas pueden confiar en ti y contar contigo.
Llamaré a esto el enfoque personalizado de hacer el bien.
Mientras dar dinero a organizaciones benéficas diluye la acción como una entre miles de otros que están haciendo lo mismo, concentrarse en una persona y hacer por ella todo lo que se pueda, es el más grande compromiso, uno que es hecho con voluntad y corazón.
Yo he elegido esta manera de dar.
Por supuesto, hay otra forma de darse más general, que alcanza a más personas para el beneficio de ellas.
Cada vez que lideras una clase como maestro, das una conferencia pública, participas en una entrevista transmitida por radio o TV o dialogas con un periodista de un diario o una revista, estás transfiriendo tu conocimiento sobre algo, tu experiencia, tu pericia, tus pensamientos y opinión.
Eso significa talento y tiempo dedicado a otros, y eso, por lo tanto, es también muy importante.
Milton W. Hourcade
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