Una de las peores situaciones que a uno le pueden ocurrir, es la de la incertidumbre.
No saber exactamente a qué atenerse.
Intuir, pensar, procurar entender una situación de una manera, y de pronto, tener la sorpresa de que estamos equivocados, o llegar a la conclusión de que hay como un diálogo de sordos, y terminamos sin entender nada...
Es como una especie de absurdo total.
Digo algo pero es como si no lo hubiera dicho. O digo algo, y se me contesta de forma que no se corresponde con lo que he dicho.
En fin.
Uno llega a exasperarse ante tal dilema, ante tal situación no definida, ante tanta marcha y contramarcha, ante tanta incoherencia.
¡Cuántas veces he pensado en el viejo Shakespeare y su famoso "ser o no ser"!
Porque finalmente se trata de eso. ¿Quién se es?, ¿cómo se es?, ¿quién se quiere ser?, ¿cómo llegar a serlo?
Y entre medio entonces, tiene que haber un propósito firme, un objetivo definido, y un plan para lograrlo. Eso es todo.
Claro que si esos tres aspectos no se dan, entonces seguimos como en el limbo, llenos de dudas, de posibilidades que no se sabe si son posibles, de suposiciones, y de un eterno "quizás".
Esto me hizo acordar del bolero "Quizás, quizás, quizás", que aquí interpreta el famoso trío "Los Panchos"
enigma
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