Todos coincidimos en que hay arias de ópera que se han hecho famosas. Transcurren los siglos, y siguen teniendo todo su encanto, toda su vigencia.
Una de esas arias, es La Donna é Mobile, de la ópera Rigoletto, música de Giuseppe Verdi, con texto de Francesco Maria Piave, basado en la novela Le Roi S'amuse (El rey se divierte) del francés Víctor Hugo.
Exige gran ductilidad de un tenor, especialmente al final de la misma.
Pero no se trata sólo del "bel canto", de la apreciación estética de la voz, su potencia, impostación, manejo. Se trata también del libreto, del drama que la ópera representa.
En este caso, el autor --Piave-- lanza una cuasi diatriba contra la mujer, genéricamente considerada. Y afirma que la mujer es voluble.
A pesar de lo cual, el varón cae atrapado bajo sus encantos, porque se fía de sus palabras sin darse cuenta que es mentirosa.
Y entonces la diatriba va también para los varones, que quedan siendo los tontos que se dejan seducir por la habilidad de una mujer.
Tal vez, al ver la interpretación de este pasaje, por Luciano Pavarotti, quede bien en claro por qué Piave dice que la mujer es voluble, y por otro lado, la debilidad de un hombre enamorado.
Pero tengo que hacer la honorable salvedad de que no estoy de acuerdo con definir genéricamente a la mujer como un ser voluble. No todas ellas son así.
¿Conocen ustedes mujeres que son volubles?
Yo conozco a algunas. ¡Y vaya si lo son! No que sean mentirosas, pero sí, tremendamente volubles.
O sea, que cambian con facilidad de gustos y opiniones. Y uno no sabe a qué atenerse, finalmente.
Es aquello --como dice el chiste-- de alguien que no dice "si" o "no", pero dice "ni" o "so"...¿me explico?
Y bien. Para ser justos con Piave, primero la letra original de "La Donna é Mobile", en italiano, y luego mi traducción al español.
La donna é mobile
qual piuma al vento
muta d’accento
E di pensiero.
Sempre un amabile
leggiadro viso,
in pianto o in riso,
è mensognero.
La donna è mobile
qual piuma al vento,
muta d’accento
e di pensier,
e di pensier,
E di pensier!
E’ sempre misero
chi a lei s’affida,
chi a le confida,
mal cauto il core!
Pur mai non sentesi
felice appieno
chi su quel seno,
non liba amore!
La donna è mobile
qual piuma al vento,
muta d’accento
e di pensier,
e di pensier,
e di pensier!
qual piuma al vento
muta d’accento
E di pensiero.
Sempre un amabile
leggiadro viso,
in pianto o in riso,
è mensognero.
La donna è mobile
qual piuma al vento,
muta d’accento
e di pensier,
e di pensier,
E di pensier!
E’ sempre misero
chi a lei s’affida,
chi a le confida,
mal cauto il core!
Pur mai non sentesi
felice appieno
chi su quel seno,
non liba amore!
La donna è mobile
qual piuma al vento,
muta d’accento
e di pensier,
e di pensier,
e di pensier!
--o0o--
La mujer es voluble
cual pluma al viento,
cambia de acento
y de pensamiento.
Siempre un amigable
y hermoso rostro
y de pensamiento.
Siempre un amigable
y hermoso rostro
entre risas o lágrimas,
es mentiroso.
La mujer es voluble,
cual pluma al viento,
cambia de acento
y de pensamiento.
y de pensamiento,
y de pensamiento.
¡Es siempre miserable
quien en ella se fía
quien a ella le confía
incauto el corazón!
¡Pero nadie se siente
Feliz a pleno
Quien sobre aquel seno
No liba amor!
¡La mujer es voluble,
cual pluma al viento,
cambia de acento
y de pensamiento
y de pensamiento,
y de pensamiento.
es mentiroso.
La mujer es voluble,
cual pluma al viento,
cambia de acento
y de pensamiento.
y de pensamiento,
y de pensamiento.
¡Es siempre miserable
quien en ella se fía
quien a ella le confía
incauto el corazón!
¡Pero nadie se siente
Feliz a pleno
Quien sobre aquel seno
No liba amor!
¡La mujer es voluble,
cual pluma al viento,
cambia de acento
y de pensamiento
y de pensamiento,
y de pensamiento.
enigma
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