Sunday, July 22, 2012

Gente que se hace humo...

La frase "hacerse humo" equivale a esfumarse...desaparecer.

Hay gente que es así, como el humo.

Lo peor es cuando se la dan de grandes amigos, de personas que supuestamente nos aprecian y valoran, y nos quieren bien.

Pero llegan circunstancias en que tienen que decir: "aquí estoy" y se esfuman.

La pregunta que me hago es no ¿por qué se esfuman?, sino ¿por qué y para qué estaban antes?

Y ahí es cuando empiezo a tener la sensación de haber sido usado y abusado en mi buena fe. En confiar, en sobre todo creer en su amistad tan proclamada.

Suele ser gente que no es espontánea, sino que tras una fachada de espontaneidad oculta un plan bien programado, que van a ir cumpliendo meticulosamente de tal forma que al momento, uno ni lo nota.

Pero hay un plan, y esa gente tiene un objetivo claro de lo que quiere de uno. Una vez que lo han obtenido, ¡se hacen humo! Ya no les interesa cultivar su "amistad" con uno, ya han puesto en escena su parodia, ya han llevado adelante con éxito su pieza de teatro.

Salidas juntos, invitaciones a cenar, gran camaradería, compartir puntos de vista sobre algunas cosas, hasta que llega el objetivo: quieren que les venda barato, algo de mi propiedad. Discutimos un poco el precio, pero se salieron con la suya.

Una vez que obtuvieron lo que querían, comienzan a distanciarse. "Tenemos que encontrarnos" dicen...pero el encuentro nunca se produce. "Diría que este viernes estaría bien para vernos", pero el viernes nunca llega.

En otro caso, alguien está en un negocio, y necesita tener un dato clave: ¿cuánto puede cobrar por un trabajo que tiene que realizar? Pero la persona perdió sus contactos, y tendría otros a los que podría acudir, pero por haber tenido problemas personales no puede hacerlo.

Entonces entra en juego el mismo "modus operandi". Una llamada telefónica, ¡el gusto de vernos luego de tanto tiempo! tendremos mucho para conversar...etc.etc. El encuentro se produce, la persona habla de su negocio y de lo bien que le va, de los proyectos que tiene, y hasta ofrece incluirnos en uno de esos proyectos, lo que uno agradece porque sabe que puede participar plenamente en el mismo dada la índole de lo que se trata.

Entonces, viene el remate de la conversación, "necesito urgente que me averigües cuánto se cobra"....por el trabajo que la persona no me reveló pero para el cual tiene un contrato pendiente.

Yo me esfuerzo en hacer las averiguaciones en el menor tiempo posible, y le paso la información.
Entonces la persona me dice que el proyecto que me planteó puede llevar meses!!...sí, meses!...
¿Donde estaba entonces la urgencia?

No en el supuesto "proyecto" obviamente. La urgencia estaba en que la persona quería obtener usándome, el dato de cuánto podía cobrar.

Una vez obtenida esa pieza clave de información, la persona se esfuma, desaparece. No hay correo electrónico, no hay llamadas telefónicas, no hay nada. Pero además, no responde a preguntas específicas que le hice.

Es cierto, no habré de cansarme de ser bueno. Pero tampoco es justo que a uno lo tomen de tonto, y lo usen.

Uno aborda a estas personas con la confianza de que se trata de amigos, y en realidad ellos no son amigos, aunque se presenten como tales. Sólo giran en torno a sus muy egoístas intereses y nada más.

Ahora estoy muy alerta! Ya tengo a esas personas en la "lista negra" por decirlo así. No van a conseguir más nada de mi, a menos que antes estén realmente dispuestas a dar algo de si. Yo ni se los voy a pedir.

Pero que mañana no vengan nuevamente haciéndose los amigos, solamente para buscar satisfacer otro objetivo oculto según un programa bien premeditado.

Es muy triste constatar que haya gente así. Por cierto --y esto lo sé muy bien-- hay mucha gente que no les trata más y que no les tiene ninguna confianza. ¡Se lo han ganado!

Pero comparto estas experiencias con ustedes, para estar siempre alertas. No toda persona que se dice "amiga" realmente lo es. Y lo que hay que hacer es verificar hacia qué apunta, cuál es el objetivo de invitarnos a almorzar o cosa semejante. ¿qué cosa que tenemos les interesa? ya se trate de algo material, de un contacto con otra persona, de una información que pueda serles valiosa, etc.

Y algo muy importante: nunca se comprometan a hacer ningún trabajo para esa gente, en base a un acuerdo verbal. Siempre ha de mediar un documento válido, un contrato que compromete a las partes a cumplirlo. Si no hay un documento de por medio, mejor no hacer nada.

Recuerdo una vez un individuo --cuyos antecedentes yo conocía. Quiso contratarme para una tarea que obviamente yo estaba capacitado para desempeñar muy bien. Me habló de lo qué quería, de la urgencia que tenía, de lo que esperaba que yo hiciera. Le escuché decir todo, y finalmente le dije: muy bien, de acuerdo, puedo hacer eso con mucho gusto. Hagamos un contrato. Nunca más supe del individuo. Se esfumó.

Amigas y amigos, son pocos, pero buenos y valen mucho. Los demás son conocidos, gente que tratamos esporádicamente, compañeros de trabajo, gente que encontramos en alguna red social, con la que intercambiamos algunos mensajes y saludos. Pero...al momento en que les necesitáramos, ninguno dirá: "¡presente!"

No nos confundamos.



enigma

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