Saturday, July 28, 2012

¿Persigo un imposible?....quizás...

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Si alguien dialogara conmigo y yo le expusiera mi situación, y mis anhelos, sueños y aspiraciones, tal vez llegase a pensar que tengo algo de Quijote.

Yo mismo a veces me pregunto si acaso persigo un imposible...algo que jamás va a poder suceder.

Si en todo caso, de no suceder totalmente cual sería mi deseo, pudiese suceder de alguna manera parcialmente....

De pronto, me gana el lado positivo, optimista, y me digo: es cuestión de esperar... Un poco como aquel viejo proverbio chino que dice: "siéntate a la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo".

Pero aquí no hay ningún enemigo, y lo que menos quiero es ver pasar ningún cadáver. Tampoco sirvo para esperar sentado nada. Yo soy impaciente por naturaleza, impulsivo también, especialmente con las cosas que quiero fervientemente, y que no soporto ni tolero que me las quiten así como así.

Entonces, pensando positivamente, me digo: espera, aguarda, tal vez el Ser en Sí abra el cielo para ti, en otras palabras, eso que buscas vendrá en el momento oportuno y tendrás tu recompensa.

Pero en otros momentos, me gana el lado realista, --no quiero decir pesimista-- analizo la situación, y me digo, a menos que varíe el contexto actual, no es posible, no se va a dar, y entonces me gana la furia de no poder alcanzar lo que quiero, no deseo frustrarme, y tampoco quiero actuar reactivamente, yendo a cierto puntual lugar geográfico, golpeando una puerta, y listo a enfrentar a quien salga, simplemente con la verdad.

Pero no quiero ni está en mi espíritu dañar a terceros inocentes, y por eso, me sujeto a mi mismo, me guardo mi furia, escondo mi frustración, y golpeteando mis dedos sobre una mesa, sigo, impaciente, aguardando.

Alguien me dijo hace poco: "no puedes pretenderlo todo", y aunque eso es lo que quiero en mi fuero íntimo, transé y le respondí: "estoy dispuesto a no aspirar al todo que deseo, pero no puedo renunciar al algo que al menos sirva de paliativo".

Ese algo lamentablemente no está en mis manos. Pero está en manos de un ser humano a quien sólo le basta decir una palabra mágica: "sí". Un "si" para encontrarnos y dialogar. Así de simple, nada más que eso... ¡Caray si me conformaré con migajas frente a lo que pretendía!! Pero al menos eso!! En este mundo actual, en este Siglo XXI, cerrar la puerta a un encuentro parece descabellado, totalmente absurdo y sin sentido.

Alguien recordó en su Twitter el pasaje bíblico del Evangelio según San Lucas, en el capítulo 11, el versículo 9. Son palabras de Jesús cuando dijo hablando de la oración: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá."

Y si bien el Maestro de Galilea se refiere a lo que se le pide a Dios, yo dije en Twitter que ese mismo criterio debe aplicarse a las relaciones humanas.

Yo estoy pidiendo, buscando, y llamando esperando se me abra la puerta. Y si hay sensatez, y sentido solidario, y bondad, entonces esa puerta tendrá que abrirse. Con calma, con tranquilidad espiritual, con confianza.

Porque entre amigos, para encontrarse, darse un abrazo, estrechar una mano y platicar, siempre tiene que haber una puerta abierta. ¡Es ley de vida!

Para ti. Para que respondas con fe... y abras tu puerta! esta canción...y te prometo que si nos encontramos, lo primero que haremos juntos será una oración.



enigma
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