Saturday, April 20, 2013

La barrera de los niños

(Texto dedicado a Christine, Juliana, Quelche, Roberto y Amancio)

Todos estamos de acuerdo: los niños merecen toda nuestra dedicación para educarles, mantenerles sanos, bien alimentados y vestidos, para que reciban amor.

Ellos pasan a ser prioridad cuando una pareja tiene hijos. 

Se acabó la vida de dos, ahora son tres, o cuatro, o más...

Los niños suelen ser muy absorbentes.  No sólo captan todo lo que ocurre a su alrededor, aunque de pronto no digan nada sobre ello, sino que son demandantes de nuestro tiempo, fuerza fisica, paciencia, y muchas cosas más.

Un problema serio se plantea cuando habiendo amor entre un hombre y una mujer, los hijos de uno de ellos, se presentan como una barrera aparentemente infranqueable para que ese amor pueda desarrollarse a plenitud.

Ellos se transforman en la manzana de la discordia, en los separadores, en los arruinadores de un hermosísimo romance, de una relación exquisita, superior. De algo que se desarrolla a un nivel paralelo y en un ámbito distinto.

No porque se lo propongan, no porque sea su culpa, porque tal vez ni siquiera saben de la existencia de ese amor. Simplemente por estar. Su presencia convocante a que mamá y papá estén siempre con ellos, deriva en que el hombre o la mujer, según sea el caso, no pueda finalmente separarse, divorciarse, y unirse a otra persona. 

Ese proyecto de vida nueva frustrado, cortado, hecho sucumbir, sólo acarrea sufrimiento, desazón, y un sentido de derrota innecesaria, a poco que las cosas se encararan con valentía y decisión.

Sí, los niños demandan explicaciones, y con mucho amor se les puede explicar una situación que sus mayores viven, de la cual no tienen culpa, pero debido a la cual, papá y mamá ya no vivirán juntos, aunque seguirán siendo papá y mamá a todos los efectos prácticos, incluido el de verse varios días a la semana, o todos los días.

Es cuestión entonces de hacerle frente al tema con inteligencia, sagacidad y decisión.

Porque la vida es breve y pasa. Y lo que no vivimos hoy, no será nunca. Y no podemos traicionar a nuestro corazón, ni podemos cercenar nuestra propia felicidad, en aras de darles una seguridad a los niños, que ellos esencialmente, no van a perder en absoluto. 

No se trata de ser egoistas. Se trata de ser equilibrados y no sesgados. De ser objetivos y no subjetivos. Y objetivamente vista, la situación no es un imposible, ni los niños tienen por qué devenir en una barrera infranqueable, en una condición inamovible, en el fin de la vida amorosa, el romance, los sueños hechos realidad, la búsqueda legítima de la felicidad propia. 

¿Por qué arrastrar el drama de un corazón partido a la mitad, donde una parte dice "me quedo con mis niños" y la otra "quiero vivir con él" o "quiero vivir con ella"? Ambas cosas son posibles. Sólo demandan un accionar decidido, inteligente, sagaz, de modo que los niños se sientan seguros, estén conformes, y vean que siguen rodeados del amor que sus progenitores (viviendo separados) les pueden seguir dando al igual que cuando vivían juntos.

Cinco o diez años después, puede ser muy tarde para lamentarse y decirse: ¿por qué no lo habré hecho entonces?...

La decisión es hoy, amar es hoy, vivir intensamente es hoy, saciarse de felicidad y dicha es hoy. 

Como dice el refrán "no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy", y como decía el título de aquella famosa película italiana: "Mañana es demasiado tarde" 

Como dijera el famoso poeta latino Horacio: "Carpe diem", que puede traducirse como "aprovecha el día", o "sácale fruto al día".

Tu día no es mañana, es hoy. Tu tiempo no es de aquí a quién sabe cuándo, es hoy.
Cuanto más retrases tu decisión, más difícil la transformas.

Toma coraje, toma impulso, juégate por lo que tu corazón te dicta, mueve esas neuronas, aumenta tu adrenalina, piénsate con sangre, no te quedes, avanza, decide, forja ya tu futuro inmediato. Porque es hora de que lo hagas. Porque esta es tu hora, tu posibilidad. 

Tus niños no te frenan. No te frenes tú suponiendo cosas acerca de ellos. Dialoga con ellos, hazles entender la situación, explícales, y sobre todo, dales seguridad. 
Y encamínate hacia una vida diferente, con ellos. En amor.



"Tiene que haber  una mañana después, si podemos soportar la noche.  Tenemos la oportunidad de encontrar el brillo del sol. Sigamos buscando la luz." dice el comienzo de esta cancion.

enigma  
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