Friday, April 1, 2016

¿CÓMO ENCARAR EL TERRORISMO?

Con los atentados en París, Bruselas y Pakistán, es difícil sustraerse de un tema que tiene sumida a la humanidad en una encrucijada.


El mundo está evidentemente convulsionado.


Recuerdo de mi niñez, cuando se vivía la Guerra Fría. Es cierto, había un poderío nuclear creciente de por medio, y sin embargo, no había la angustia y desesperación y especialmente la inseguridad de hoy en día.


Me tocó personalmente vivir en mi país de origen toda la etapa de la guerrilla urbana llamada “Tupamaros”, que metía bombas, mataba, asaltaba, robaba, secuestraba, que tenía “cárceles del pueblo” y ajusticiaba con un tiro en la espalda a sus enemigos.

Era una época en que se corría no sólo el riesgo de una bala perdida, sino de encontrarse de pronto en un enfrentamiento no querido, como unos niños en una escuela pública de la ciudad de Pando (una pequeña localidad al interior de Uruguay).

Nada detenía el ataque de estas fuerzas que –al igual que los terroristas actuales— se encontraban mezcladas entre la gente, y uno no sabía quiénes eran. Inclusive si alguna persona con la que uno tenía un trato  frecuente, podía serlo.

Eso crea un enorme incertidumbre, y demanda que cada día uno se mentalice para vivirlo con total normalidad, como si eso no existiera, pero…sabiendo que existe.

Porque el terrorista gana en la media en que justamente aterroriza y paraliza a una sociedad, a una ciudad, a un país. 

Cuando en cambio todo funciona normalmente, el terrorista pierde, no ha causado el efecto querido, por más que se cuenten los muertos y su destrucción.

Entonces, la primera forma de encarar al terrorismo, es no sucumbir al terror.

La segunda forma de encararlo, es mediante el intercambio activo, coordinado y centralizado de las agencias de inteligencia de los países, a fin de interconectar toda información valiosa y utilizarla convenientemente. De esa manera se pueden descubrir individuos y redes, atacarles y destruirles, antes que aumenten su daño a la sociedad y a personas inocentes.

Y la tercera forma de encarar al terrorismo, es desde su raíz misma.

En el caso actual con el ISIS, con estos islamistas fanáticos, con estos individuos que viven con los criterios del Medioevo y quieren imponerlos por la fuerza y el miedo, es menester actuar en las comunidades donde se anidan, para aislarlos.

Es necesario volcar sustanciales cantidades de dinero para eliminar esos verdaderos “ghettos” donde anidan las comunidades musulmanas en Europa, y ofrecerles mejores edificios donde habitar, y trabajo,--especialmente a los jóvenes—para que encuentren una vida verdaderamente digna, para que no se sientan discriminados, y para abrirles la perspectiva de una inserción en la sociedad en la que no vean a ésta como su enemiga, sino como alguien que les acoge con respeto y consideración.   

Y obviamente, contrarrestar toda propaganda e interpretación torcida del Corán, con intelectuales musulmanes de fuste que puedan hablarle al corazón de esta gente, y hacerles ver la verdadera esencia de su fé. 

Eso hay que vehicularlo a través de spots y programas de televisión, revistas, libros, y las redes sociales, en una iniciativa bien planificada y perfectamente coordinada. 

Esto significa, la destrucción sistemática de la ideología del odio, y su sustitución por una vida pacífica de fe, en medio de la sociedad toda.

Y este es el elemento fundamental e importante del encare del terrorismo.

Los organismos de inteligencia y las fuerzas policiales o militares tienen una franja de actuación, pero antes que desmontar una célula terrorista, hay que desmontar la ideología que subyace como fundamento de cada uno de los integrantes de esa célula.

Así entiendo que está planteada la lucha, y así entiendo, como ciudadano del mundo, que es posible aguardar un mañana mejor, nuevamente seguro, y en paz.

Hago sinceros votos por ello.



enigma
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