Es quien sabemos está con y por nosotros si en algo le necesitamos.
Es quien se juega por nosotros si tiene que defendernos de algo injusto, y quien estará al tanto de nuestro vivir cotidiano.
Es quien nos dará su respaldo siempre que pueda.
En defintiva, alguien cuya lealtad, honradez, sinceridad, y cariño genuino hacia nosotros, se da por hecho.
Alguien a quien queremos ver toda vez que nos sea posible, y con quien nos damos un gran abrazo y celebramos cada encuentro.
Todo esto que es válido para personas amigas, se hace más especial aún cuando la amistad es entre un hombre y una mujer.
Porque la diferencia de sexo es un factor más que se agrega a la riqueza de esa amistad.
La intuición femenina es insustituible.
Sus puntos de vista diferentes en el encare de situaciones y problemas nos son de enorme ayuda.
Y contando con todo lo precedentemente escrito, es además un placer compartir con una amiga un almuerzo, una cena, una reunión social. Y también nuestras cuitas e intimidades si se llega al caso.
Una vez, escribí estas frases que no creo componen un poema sino que más bien son una declaración, destinada a una mujer:
Podemos ser amigos
- Para encontrarnos en un pasillo y darnos un “hola!”
- Para escuchar tus cuitas y tú las mías
- Para consolarnos y alentarnos
- Para reir juntos y hacer mejor la vida
- Para aconsejarte cuando lo precises
- Para recibir tus consejos cuando los necesite.
- Para entendernos y confiarnos mutuamente
- Para conocernos más y mejor
- Para mirarnos a los ojos y sentir fuerte
- Para disfrutar de estar juntos
- Para tener secretos entre los dos
- Para saber que podemos vivir todo cuanto queramos, y seguir siendo amigos
Porque los amigos (hombre y mujer) podemos abrazarnos, recostar nuestra cabeza en el pecho del otro, acariciarnos si ello nos hace bien, o hasta darnos un masaje, si nos quita tensiones y a la vez nos energiza.
Ser el refugio mutuo, aquella especie de "puerto de paz", el remanso que necesitamos para luego volver al agitado mundo.
Mutuamente, uno al otro, amiga y amigo pueden darse todo ese respaldo, y hasta pueden llegar a la intimidad, con la clara idea de que lo que vivan, lo viven como amigos. Es el uno por el otro en bien de ambos.
Saber que ella puede contar con él y él con ella, hasta en esa instancia, y seguir siendo amigos.
Se dirá que si han llegado a tanto, hay algo más que amistad, es un romance, o una relación de amantes. Pero no, no es eso una condición sin la cual no pueda darse la intimidad. Porque todo se basa en la confianza mutua. Y en la discreción total.
Entonces es posible vivir todo cuanto se quiera, y seguir siendo estupendos amigos.
Es obvio que si ella o él un día tienen pareja con alguien, su amistad ya no llegará a la intimidad. Obviamente, cada quien tendrá intimidad con su pareja. Pero no por eso, dejarán de ser amigos.
Y es también posible, que de la amistad pasen al romance y del romance a ser pareja.
Se me podrá decir que esta es una forma muy particular de entender la amistad entre un hombre y una mujer. Sí, pero diré en mi descargo que cada vez es más común. Que hay una superación de impedimentos artificiales, tabúes, prejuicios. Que hay una apertura a la realidad. Que el cariño de una persona a la otra, es una hermosa base suficiente para que ambos vivan su amistad para todos los propósitos enunciados en "Podemos ser Amigos".
Porque en definitiva, una genuina amistad, es también una manifestación de amor.
enigma
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