Acumulamos recuerdos de tiempos vividos en diferentes ámbitos, y de todos ellos saltan a la mente rostros y nombres de personas que formaron de alguna manera parte de nuestra existencia, y que tuvieron su influencia mayor o menor en nosotros.
De niños, recordamos a quienes eran nuestros amiguitos con los que jugábamos y correteábamos por las calles del barrio. Aquellos con los que conocimos el juego a la bolita y el trompo. Con quienes éramos por momentos los "cowboys" que habíamos visto en la matinée del sábado en el cine del barrio.
Y sobre todo, cuando un poco más grandes, jugamos al fútbol, vendimos rifas en el barrio para comprar pelota y camisetas, y armamos un cuadro.
Y ahí estaban Hugo Ríos, y el "negrito" Reyes (que era rubio, aclaro), Valentín, el gallego García, Carlitos (el hijo del almacenero), su hermano el Lito, Vasallo (el hijo del dueño de la carpintería). De todos ellos, ya décadas después, con el único con el que me seguí viendo fue con Hugo Ríos. De Carlitos Rodríguez no supe nunca más nada. Tampoco de Vasallo. El gallego García había muerto al incrustársele en el abdómen el manillar de una bicicleta. Ese hecho luctuoso nos impactó como niños que éramos. Y Valentín había entrado a trabajar en una empresa transportista.
Cambié de barrio, y allí --ya más grande-- fui amigo hasta de gente famosa, como Jorge Denevi (director y actor de
teatro), y tengo un especial recuerdo para Pablo Di Prisco, Juan Carlos Zamudio, el flaco Bianchi, y algún otro de la barra, que nos juntábamos para escuchar jazz del bueno, identificar instrumentos, y deleitarnos con diversas interpretaciones. De esa época también,es Germán Vázquez, con quien compartíamos el gusto por el cine.
Ya más crecidos fue la época del rock-and-roll, aprenderse de memoria las canciones de Elvis Presley, de los Plateros, y Bill Haley y sus Cometas, escuchar a "Nolo" Mainero, haciendo "Música en el Aire" por CX-8 Radio Sarandí, e ir corriendo al Palacio de la Música, o a la disquera "Magiton" para comprar el último LP, o 78 con una determinada música, como cuando salío a la venta "Little Darling".
Fue la época de los bailes, y había un club del barrio (en el Reducto) muy bueno, de ambiente familiar, y dos muchachas hermanas, muy buenas amigas las dos. Una era más llenita de cuerpo, y le decían familiarmente "Pincha", la hermana delgadita pero de hermoso rostro se llamaba Graciela. Bailar con Graciela, ágil, liviana, era un verdadero placer. Nunca más supe de la vida de ellas.
Y por esa misma época, fui dirigente del Centro de Ex-Alumnos de la Escuela Italia. Organizamos kermesses, pusimos en escena obras de teatro, dábamos cine a los chicos del barrio. Olga Valdés, las hermanas Féderer, Héctor Massiotti, Líber Rey, Mirna Barchi, Néstor Cosentino, los
hermanos Tassino, Carlos y Adolfo Terzaghi, Luisito Barrios, y un muchacho que era un verdadero genio con el piano, cuyo nombre --injustamente-- no puedo acordarme, éramos un grupo activísimo en favor de la escuela.
Tal vez, si alguno de estos amigos/as me lee, o alguien que les conoce me lee, sepan que les recuerdo y llevo siempre conmigo. Que las cosas vividas son inolvidables, y que cada uno/a de ustedes fueron parte de mi formación, como niño primero, como jóven, después. Mi agradecimiento a todos, es para siempre.
enigma
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