Es cierto que estos días de Navidad y el próximo Año Nuevo son especiales para intercambiar saludos y buenos deseos.
Pero también es cierto que no todos hacen eso y que una cosa es casi repetir saludos que son como un "cliché" y otra cosa es enviar expresiones claras de afecto, respeto e incluso admiración.
Me siento muy conmovido por esas expresiones porque, entre muchos saludos, también las he recibido.
Esa es la manera en que uno puede darse cuenta de lo que significa para los demás, cuál es la imagen que proyecta y cuánto le aprecian.
Por otro lado, la cantidad de personas que me envían su saludo es otra cosa que realmente merece mi reconocimiento especial, emparejado con el hecho de que muchos de los textos provienen de diferentes países: Estados Unidos, Ecuador, Perú, Chile, Argentina. Brasil, Uruguay (por supuesto), España, Italia, Francia.
En este momento del año, estos días festivos tradicionales ciertamente permiten manifestar abiertamente y revelar todo lo bueno que tenemos dentro, y son circunstancias felices poderlo compartir con miembros de la familia, queridos amigos y conocidos también.
Y es correcto y bueno que suceda, no solo como una mera tradición, sino como sentimientos fuertes hacia los demás y desde ellos hacia nosotros, porque este es un proceso recíproco.
Esa es la belleza de esta época del año.
Sin embargo, no debe limitarse a sólo unos pocos días en el calendario, sino que debe extenderse durante los próximos 365 días.
Y si surgen problemas y situaciones difíciles, no pierdas tu buen espíritu, no pierdas tu capacidad de diálogo, comprensión, empatía, perdón, reconciliación. ¡No te deshumanices!
Milton W. Hourcade
Textos protegidos por derechos de autor.
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