Son los
vehículos rugientes en las carreteras que van más rápido porque todavía hay
regalos para comprar.
Son los gestos de civismo y amabilidad entre la gente cuando se encuentran en todas partes, en tiendas, en el cine o simplemente en las calles.
Es ese sentimiento que está en el aire. El color rojo de las "estrellas federales" o "flores de Nochebuena". Ciertos perfumes, y la música de la temporada que invade casi todos los lugares.
Sí, efectivamente, éste es tiempo de Navidad.
Un tiempo en el que amamos más de lo habitual, cuando nos gusta abrazar a nuestros compañeros humanos, no importa si los conocemos o no, sólo por el simple hecho de que estamos viviendo juntos en el mismo, -y por ahora-, único planeta habitable.
Un tiempo para disfrutar de hermosos momentos de compañerismo con amigos sentados alrededor de una mesa, charlando, comiendo y bebiendo.
Un tiempo para compartir lo mejor de nosotros mismos con nuestra familia.
Un tiempo para hacer una pausa, reflexionar sobre nuestras vidas, el año que casi se ha ido, lo que hemos logrado, lo que tenemos por delante como un desafío y sentir paz en nuestros corazones y alegría en nuestras almas.
Para todos los que tenemos fe, un tiempo para dar gracias al Ser en Sí por el
regalo de Emmanuel (Jesús) ofrecido a toda la humanidad, a todos aquellos que
estén abiertos a conocerle y a aceptar el estilo de vida que él propuso.
Porque no es religión. ¡Es una forma de ser!
Milton W. Hourcade
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