Cuando se quiere de veras....

Los sentimientos son un área de mi especialidad.

Lo digo porque soy intensamente sentimental, romántico, apasionado. Ya lo saben.

Y cuando se desarrollan sentimientos muy profundos, que abarcan a todo el ser de uno, cuando esos sentimientos son fuertes, nos animan, alientan, sostienen, nos motivan hacer planes para el futuro, en una palabra, cuando se ama en serio y con responsabilidad, cuesta enormemente desprenderse de todo ese bagaje, de esa mochila cargada de besos, de arrullos, de miradas entrecruzadas, de suspiros, de caricias y manos apretadas, de abrazos, de ternura, de confianza y de poesía.

Y sí, cuesta, si hemos sentido hondamente, si hemos sido sinceros y honestos, porque no podemos de un día al otro, revertir un proceso que lleva tiempo, que ha ido madurando con el tiempo, que iba a más.

Es cierto que toda relación humana, --aún la de una pareja de enamorados-- no es idílica, no es perfecta. Que no puede haber coincidencia en todo, aunque haya enorme cantidad de coincidencias. Que no puede haber un mismo pensar, aunque se den muchas circunstancias en que la distancia es vencida por la telepatía. Que no va a estar excenta de discusiones, y de desacuerdos, y de algún que otro enojo.

Pero el sustrato, lo fundamental, lo que une es fortísimo, permanece incambiado.

Eso es lo que siente y así procede toda persona en sus cabales.

Tal vez por eso, vino a mi memoria aquel famoso bolero que decía:

Cuando se quiere de veras
como te quiero yo a ti
es imposible mi cielo
tan separados vivir.

Y mirando en retrospectiva, me siento compenetrado con la letra y música de : An affair to remember (Una aventura amorosa para recordar)



enigma