Tuesday, August 2, 2011

Videojuegos y Cinismo: una sociedad en derrota

Los padres modernos, que se desentienden totalmente de la educación de sus hijos, que les satisfacen en comprar lo que ellos les piden posiblemente porque un compañerito en la escuela lo tiene, o porque vieron publicidad por television, creen que ganan en tranquilidad, dejando que sus chicos pasen las horas con los videojuegos.

La cuestión no es que estudien, que tengan buenas y edificantes lecturas, que dediquen sus horas de ocio a juegos en familia o a juegos constructivos, se trata simplemente de la comodidad de los padres en no tener que ver con sus hijos.

Esa "libertad" paterna, tiene su precio, lo está teniendo y lo va a tener crecientemente, porque los padres ni siquiera saben exactamente qué están viendo sus hijos en la internet, a qué están jugando, cómo se entretienen.

Los videojuegos, tienen la "virtud" de que pueden jugarse cuantas veces se quiera, con diferentes escalas de puntos según lo que se logre hacer, con diferentes niveles de dificultades, etc. Los videojuegos no dependen de una conexión. Están en la casa, entran en el hogar por la p
uerta grande de la adquisición ¡de los mismísimos padres!

Arnold Schwarzenegger, a la sazón Gobernador de California, hace cinco años, promulgó una ley que prohibía para menores de 18 años la venta o alquiler de videojuegos que presentaran "el asesinato, la mutilación, el desmembramiento o el asalto sexual de la imagen de un ser humano".

Pero la llamada Enterteinment Merchants Association ,algunos de cuyos integrantes considero que se constituyen en mercaderes de la muerte, la corrupción y la destrucción deliberada de los valores morales que tienen que permear una sociedad, logró que una corte menor en 2007, declarara a la ley inconstitucional.

Esta decisión fue apelada y el caso fue llevado hasta la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos.

Uno esperaría del criterio sobrio de los magistrados, un dictamen acorde a lo que elementales normas de moral indican. No puede bajo ningún punto de vista verse con buenos ojos que menores estén expuestos a esas imágenes, y en la forma repetida y reiterativa que significa el uso de un videojuego. Y lo que es aún más intolerable, es que en una nación que se dice "defensora de los derechos humanos" se acepte la muestra de imágenes que hacen del ser humano en s
i, alguien objeto de las acciones criminales más aberrantes.

Pero, para sorpresa de algunos, y la indiferencia de una sociedad que ya está suficientemente descaecida en sus valores morales que otrora la sostuvieron, la Corte Suprema dictamina declarando también inconstitucional la prohibición, basándose en la libertad de expresión declarada en la Primera Enmienda Constitucional!

El juez Antonín Scalía fue quien elaboró el argumento de que a los videojuegos se les debe conceder las mismas protecciones constitucionales que el arte visual, las películas, la música y otras formas de expresión.

La libertad mal entendida, termina por traicionar a la esencia misma de la libertad, genera la confusión de valores, y finalmente una sociedad libertina.

¡Pero así estamos! Y así vamos. La niñez está desprotegida, y lo que es peor, deliberadamente manipulada para obtener lo peor.

Los padres, desde cómodos, displicentes, ignorantes, o mal informados, no saben ni qué hacer, los maestros no se meten en esos vericuetos, y los resultados son el famoso "bullying" en las escuelas, por las cuales ya han habido varios muertos. Niñas involucradas en peleas callejeras al mejor estilo de lucha libre, anormales que entran armas a un colegio de secundaria y m
atan a compañeros y profesores, o hijos que asesinan a sus padres para poderse ir a divertir con sus amigos.

La Corte Suprema acordó por 7 votos contra 2, sostener la tesis de Scalía. El dictamen llega a decir que "Como los libros, juegos y películas protegidos que les han precedido, los videojuegos comunican ideas --y aún mensajes sociales-- a través de muchos mecanismos familiares (tales como personajes, diálogo, trama y música) y a través de características distintivas del medio (tales como la interacción del jugador con el mundo virtual)."

Esta visión aséptica de los videojuegos, sin entrar específicamente a analizar el contenido del tipo de videojuego puesto en cuestionamiento, es --de mi punto de vista-- rayana con el cinismo.

El argumento prosigue diciendo que estudios psicológicos (no indica hechos cuándo, dónde ni por quién) no demuestran de que la exposición a esos video juegos "cause que los menores actúen agresivamente".

La crónica policial se encarga de desmentir una y otra vez esta afirmación gratuita, genérica, que no provee ningún fundamento para sostenerla.

Lavadas las manos como Pilatos, no faltaría más, surge algún profesor universitario para seguir agregando cuota de cinismo al tema, so pretexto de que si se prohibe por ley el alquiler o venta de esos videojuegos a menores, se facilitaría un mecado negro de los mismos.

Algo así como si se dijera que no hay que prohibir que los menores accedan a las bebidas alcohólicas o a las drogas porque se facilitaría un mercado negro de tales productos.

Y como de lo que se trata es de instilar arteramente la violencia en toda forma posible y concebible, pero especialmente la idea básica de que la violencia tiene su recompensa: cuanto más se mata y se destruye más puntos se acumulan y se es campeón, entonces ahora surge un juego que está haciendo furor. Millones de copias vendidas, ahora también aparece como aplicacion usable en iPads, etc. y no faltaría menos, ¡sus personajes están en las mochilas de los escolares! El juego se denomina "Angry Birds", "Pájaros Enojados", y estos pájaros, atacan usando hondas, y destruyen, porque de eso se trata, de destruir, destruir, destruir.

Llegado a este punto, asqueado, repugnado de tanto cinismo e hipocresía, de tanto decaecimiento de los valores, y de la enorme carga de violencia que el cine "de acción", la "música" rap, y los videojuegos más populares descargan sober la población inerme, quiero lanzar un serio desafío a quienes en las universidades y fuera de ellas, trabajan creando softwares.

¿No sería bueno crear con imágenes llamativas, bien realizadas de todo punto de vista, con una buena selección musical y todo el atractivo que sea posible, juegos constructivos? ¿Juegos que resuelvan conflictos, que aboguen por la paz, por el cuidado ecológico, por la solidaridad humana por ejemplo socorriendo víctimas de catástrofes, y que acumulen puntos por cada buena acción realizada?

¿Qué tal sin en la misma "cancha" de los videojuegos, les planteamos un "partido" a los videojuegos de destrucción y muerte, con videojuegos de construcción y vida?

Es mi llamado, ¡¡es mi convocatoria urgente!!



enigma

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