Sunday, August 14, 2011

¿Qué me impulsa?

Existir cada día, no es facil. A veces se hace abrumador, cansador, aburrido, o muy demandante y dificil.

Hay contratiempos aquí y allá, hay fallas de gobiernos, de sistemas, de organizaciones, de personas. Nos llevamos trastadas, desiluciones, nuestra seguridad está en peligro, nuestra confianza se ve disminuida.

Y sin embargo con todo eso, que comparto con todos ustedes como un habitante más de este planeta, sigo adelante. Sigo esforzándome, sigo respondiendo a la confianza y a las expectativas que otros depositan en mi.

Sigo tratando de tener una línea de conducta que no sea borrosa, extraña, rara o impredecible. Soy quien soy y como soy, y así me manifiesto.

Porque en mi honestidad, en mi espontaneidad, en ser tal cual soy, quienes tratan conmigo saben a qué atenerse, qué esperar de mi.

Y si en algún momento quedan descolocados, o no pueden del todo comprender una actitud mía, más les vale pensar qué tal soy, cómo he actuado durante todo el período en que me han conocido, que puede ser meses, o sumar años, y verificar si acaso no me reafirmo y confirmo en lo que digo y en lo que hago. Si soy o no coherente. Y se verificará que en mi hay una sola línea de conducta y una sola manera de entender las cosas: a derechas. Y que la mentira conmigo no vale.

Y que así como me repugna el cinismo y la hipocresía, valoro que se reconozca mi autenticidad.
Sí, soy auténtico, ni finjo, ni me oculto, ni me disfrazo, ni cambio como el camaleón.

¿Qué me impulsa en esta existencia mía? ¿qué me sostiene y me dinamiza en mi presente y proyecta en el futuro?

¿Cuál es esa potencia mayor que la de un cohete impulsor remontando toneladas hacia el Espacio, que me da valor, que me alienta, que me hace superar circunstancias aciagas, y me hace gozar con felicidad plena aquellas que son gratas?

Esa potencia siento en primer lugar que me la provee el Ser en Sí, con el cual estoy en diálogo.
Y en segundo lugar, como reflejo de ello, la fuerza más grande que puede mover a una persona: el amor.

Y no lo estoy limitando al amor de pareja, o en pareja. Lo refiero al amor en la más genérica y grande escala posible.

En el sentimiento holístico en que me reconozco hermano de las estrellas, del mar, de los árboles, y de todo cuanto existe.

En el sentimiento de bondad, de afecto, hasta de ternura, y de lealtad, que siento por todas y todos quienes son auténticamente mis amigas y amigos, sin los cuales, no podría vivir.

En el sentimiento que me lleva a actuar con seriedad, responsabilidad, firmeza, discreción, calidad, al relacionarme a nivel profesional, laboral, o en algún tipo de organización o grupo humano.

Y claro, una mujer puede ser también, la depositaria de ese excelso sentimiento que me impulsa, me anima, me sostiene, y me convoca hacia un futuro.



enigma


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