El lanzamiento está fijado para el viernes 8 de Julio, pero es posible que tenga lugar el sábado o más probablemente el domingo 10, debido a las condiciones meteorológicas en el área. La NASA ya se ha puesto a resguardo de una posible postergación del magno acontecimiento.
Se dice que decenas de miles de personas se congregarán en Florida, para ver partir el último vuelo de un trasbordador espacial.
El privilegio le corresponde al Atlantis, que comenzara su carrera en 1985 y realizará con éste su trigésimo tercer y último vuelo, poniendo fin así a un programa que duró 30 años.
Felicitaciones a la compañía Rockwell que construyó los trasbordadores, aparatos sumamente sofisticados en muchos aspectos, capaces de ser lanzados en posición vertical llevados por cohetes, y regresar de una órbita cercana, para aterrizar como lo hace un avión.
Pero estos 30 años, significan para mi dos cosas esenciales: que se perdió todo este tiempo en no desarrollar una auténtica astronáutica, que ya tendría que tener instalada una base lunar y que ya debería estar aprontando para 2015 una misión tripulada a Marte.
En la NASA de Daniel Goldin, primó el criterio de “bueno, bonito y barato”, y se sustituyó crecientemente la exploración humana por la robotica, sin reparar que no hay robot que tenga la capacidad de razonamiento, análisis de una realidad, y de realizar una serie de experimentos “in situ” como el ser humano mismo.
Si el impulso que cobró el programa espacial estadounidense a partir de Julio de 1969 cuando el ser humano llegó a la Luna, se hubiese continuado, hoy estaríamos en otra etapa de la actividad espacial. Tendríamos verdaderos exploradores de los mundos cercanos, y no simples orbitadores de la tierra metidos dentro de un puesto de observación y experimentación –sin duda importante—como la Estación Espacial Internacional.
Pero la miopía política pudo más que la visión de estadistas de gran fuste, como lo fue en su momento el presidente John F. Kennedy. Y hoy es una desgracia que un presidente del mismo partido de Kennedy, revierta aquella visión, con una mirada pedestre que desdeña el Espacio, como si en éste no radicara el futuro mismo de la humanidad, y no fuese el promisorio proveedor de materias primas a explotar, con beneficios económicos para el mundo.
Justamente cuando hay que crear fuentes de trabajo y fortalecer una economía debilitada y endeudada, se pelean dos guerras a costos multimillonarios, pero se desdeña el Espacio.
Consecuencias habrá por esas decisiones erradas, y ya se están sintiendo.
Entre tanto, la NASA se estancó en la posibilidad de crecer y expandir su actividad espacial. El no del presidente Obama al gran programa que contaba con la cápsula Orión para regresar a la Luna, pero esta vez para poblarla, deja a la NASA empantanada, al punto de tener que usar las cápsulas espaciales de su otrora adversario ruso, cuando quiera llevar a sus Astronautas hasta el puesto orbital de la Estación Espacial.
Treinta años en que no se desarrollaron nuevos y más capaces vehículos para explorar los planetas vecinos con presencia humana.
Afortunadamente la NASA no es el único ente espacial del mundo. La Agencia Espacial Europea cabe esperar que sea capaz de mayores emprendimientos. Otro tanto cabría esperar de las agencias rusa y japonesa. Pero en las actuales circunstancias, es posible que los próximos humanos que pisen suelo lunar sean chinos.
Tal vez cuando eso ocurra, alguien en la Casa Blanca reaccione, e impulse a la NASA como Kennedy lo hizo en su momento.
Entre tanto ¡buen viaje de ida y de regreso, Atlantis!
enigma
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