Wednesday, July 27, 2011

El viaje frustrado

Amigos: tenía planeado un viaje para Septiembre.

El boleto lo había comprado el 16 de Junio, y una semana después había reservado el hotel.

Mis valijas estaban aguardándome, mi ropa ya elegida para el viaje, y hasta algún obsequio adquirido, porque no se puede ir con las manos vacías.

Todo estaba listo, y ayer de mañana, cancelé el boleto aéreo y la reserva del hotel.

¿Qué hizo variar mi decisión entusiasta de viajar, esta vez?

Pues que éste no era un viaje más ni un viaje cualquiera. Éste era un viaje donde iba a procurar definir mi vida futura. Tanto como decir que podía implicar la venta o no de mi casa, mi traslado de Estados Unidos a otro país, o la venida de gente al mío.

Tanto como que de este viaje esperaba venir con una respuesta que podía darle un giro de 180 grados a mi vida actual.

Un giro que he estado esperando largamente, sobre el cual dialogué múltiples veces. Había mucho para conversar, análisis de realidades, formas de vida, detalles importantes, en fin.

Ese viaje mío aparecía en el horizonte complementado por el viaje de alguien aquí a Estados Unidos.

Eran pasos encaminados a un nuevo futuro.

Pero luego de tanto tiempo, de tanto esperar, de aguardar que algo se concretara, la incertidumbre total, la imprecisión, la falta de decisión y definición de la persona con quien iba a dialogar, determinaron que --como lo más importante y la razón esencial del viaje era esa-- al no cumplirse esos parámetros (lo cual me resultó obvio luego de un intercambio cibernético) decidiera cancelar todo.

¿Decisión apresurada? No, en manera alguna. Decisión justa, correcta, coherente.

Éste no era un viaje turístico o de placer. Era un viaje para tratar asuntos de vida. Entre medio claro está, podía haber todo el gusto de compartir gratos momentos. Pero lo esencial no eran esos momentos, sino el tema de fondo a abordar.

Yo soy un hombre de principios, y uno de mis principios básicos es la verdad, y el ser coherente.
No soy un tipo veleta, --como la rosa de los vientos-- que ahora apunta a un lado, y dentro de un rato, si el viento cambió, apunta a otro.

En la vida hay que marcarse un derrotero, tener ciertas ideas guías fundamentales, y tener principios señeros sobre los cuales actuar.

En una relación personal, importa quién es la otra parte, cómo es, cómo actúa. Y cuando la otra parte está llena de dubitaciones, de inconsistencias, de un día es sí, y al otro es no, entonces finalmente uno no sabe y no puede saber a ciencia cierta a qué atenerse.

Cuando a la otra parte se le recuerdan sus dichos, --porque siempre he opinado y sigo opinando que las palabras comprometen-- y la persona considera que recordarle lo que ha dicho es "recriminación", significa que no es capaz siquiera de sustentar sus propias palabras, y eso es una flojera muy grande. Y bajo esas circunstancias, toda plática se vuelve anodina, por lo incierta.

Eso determinó finalmente que mi viaje se frustrara.

No sólo se ha frustrado mi viaje (que eso sería lo de menos) porque puedo volver a comprar un ticket y a reservar el hotel, ¡se ha frustrado un proyecto de vida! y eso sí cuenta y duele.

Soy hombre de sentimientos intensos, profundos, que cuando se anidan en mi corazón, me alientan, animan, transforman, y son mi razón de ser.

No es nada facil ni agradable, tener que decir adiós a todo eso. Pero a veces, aunque el trago sea muy amargo, es preferible decir adiós, que caer en un error que más adelante se lamentaría para siempre.

Creo que el viaje se ha frustrado, pero no se frustra mi vida.

Y alguien de ustedes me podrá decir: ¿y ahora qué?

Ahora seguiré en la búsqueda de reconstruir mi vida personal.

Pero, me dirán, y si tanta fuerza y tanta profundidad tienen tus sentimientos, ¿cómo los vas a borrar de golpe? esos no se cancelan como un pasaje aéreo. Cierto, pero si han decidido cancelar mi vida futura, yo no puedo hacer nada contra eso. Busqué todas las opciones, la aperturas posibles, dispuesto a darme el todo por el todo.

Entonces ahora....sólo queda un milagro. Sólo un milagro podría cambiar la situacion.

¿A qué le llamo milagro? a que la otra parte cometa un acto audaz, corajudo, decisivo, por el cual me muestre finalmente que es verdad todo cuanto me ha dicho, que son ciertos y fuertes sus sentimientos por mi, y que está dispuesta a hacer lo necesario para que haya un futuro juntos.

Pero ese "milagro", es eso....Y en este caso, no creo que vaya a ocurrir.



enigma

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