Thursday, January 1, 2015

En el Nuevo Año, la disyuntiva fundamental: vivir de momentos, o vivir la vida toda.

Recién comenzamos 2015. ¿Proyectos, planes, propósitos, resoluciones, sueños, anhelos, deseos? Todo eso es como un gran paquete que iremos desenvolviendo en estos días, en que nos tenemos que plantear qué queremos ser y hacer en 2015.

Y justamente, al encontrarnos en este punto cero del año recién iniciado, creo que vienen al caso las palabras que el Papa Francisco pronunció hoy en su primer homilía del nuevo año.

Son conceptos profundos, sobre los que hay que reflexionar. Porque esa reflexión nos va a ayudar enormemente en nuestro propio planteo para el año.

Escuchemos primero lo que el Papa dijo: 

"Existe siempre en nuestro camino existencial una tendencia a resistir a la liberación. Tenemos miedo de la libertad y, paradójicamente, preferimos mas o menos conscientemente la esclavitud".

El papa criticó lo que calificó de "el reino del momento", en el que, según él, "nos sentimos más seguros" porque "nos hace vivir momentos desvinculados de nuestro pasado y nuestro futuro".

"La esclavitud nos hace creer que no podemos soñar, volar, esperar con fe", criticó.


Aquí hay dos conceptos fundamentales con los cuales trabaja el Papa: la esclavitud y la libertad.

Si nuestra existencia adquiere verdadero sentido en la libertad, no puede tolerarse ninguna forma de esclavitud. Ni aún la más sutil, la que parezca que no lo es, esa que es nuestra "zona de confort", esa por la cual "preferimos más o menos conscientemente la esclavitud".

Y profundiza en esta situación, a la que denuncia sin ambages al decir que "tenemos miedo a la libertad".

Una crítica que me parece estupenda es esa referida al "reino del momento", según el cual "nos hace vivir momentos desvinulados de nuestro pasado y nuestro futuro". 

Hay gente que vive de momentos, momentos que pueden durar un tiempo pero que quedan como trozos sueltos y sin sentido, en la existencia total. 

Es como descoyuntar una vida, y congelar esa desconexión entre pasado, presente y futuro. 

Pero la verdadera vida no es eso, sino una concatenación y consecución de dichos y hechos, que de una manera u otra nos marcan, dicen quién somos y cómo somos. 

La vida pues, no es una hilera de hechos y situaciones sin hilación ni relación unas con otras, como elementos aislados, y hasta cierto punto, finiquitados en sí mismos una vez ocurridos. Todo lo que hemos vivido en el pasado, se proyecta en nuestro presente, y nos desafía respecto de nuestro futuro.

Y el Papa remata con lo más importante: "La esclavitud nos hace creer que no podemos soñar, volar, esperar con fe".

La situación de agobio, de cercenamiento de nuestra libertad, o pérdida parcial (cada quien sabrá en qué medida) de la misma, "nos hace creer que no podemos soñar, volar, esperar con fe". O sea, la antítesis mismo de lo que significa vivir.

Vivir es entonces, vivir en libertad. Romper cadenas de esclavitud. Ascender a los niveles máximos de nuestro potencial humano, y con fe y amor, acceder a nuevos horizontes. 

Eso es lo que tenemos que hacer en 2015. Sin temor, sin dudas, sin retrocesos. Con firmeza y decisión. 

enigma
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