Wednesday, January 14, 2015

SIN AMOR NO SE ES NADA


Vuelvo al tema del amor, tal vez el tema que más me consume. Tal vez el tema por el cual a veces me cuesta conciliar el sueño. Tal vez el tema por el cual he derramado lágrimas.

Alguien alguna vez, pretendió argumentar que no tenía sentido algo que he dicho muchas veces: que soy un enamorado del amor.  Pero no hay argumentación válida contra lo que es mi vivencia personal. 

Amo sí, a ese sentimiento superbo y extraordinario que es el que nos tipifica plenamente en tanto que humanos. Lo amo porque es superior, porque es lo mejor que podemos sentir y desarrollar en la vida.

Amo el amor, amo amar, amo estar enamorado. Y cuando no lo estoy, o no puedo estarlo, un vacío inmenso se cierne dentro de mi ser. Es como si me faltase la fuerza vital misma.

Pero no quiero hablar de mi sino del amor, en cuanto a que sin el mismo, no se es nada.

Seguramente nadie definió mejor lo que significa el amor como elemento de distinción y  definitorio de quiénes somos, que el Apóstol Pablo.

Pero antes de ir a Pablo, quiero aclarar algo más, que me resulta imprescindible: el amor a lo grande, el amor con piedad y compasión, el amor cual Jesús, es un amor que llega a traspasar toda frontera, y a vencer todo odio, rencor, envidia, jactancia, etc. 

No basta con amar al núcleo familiar y a alguien más por ahí. El amor en toda su dimensión, es amplio, abarcativo, se sale del mero círculo de los más allegados o propios, para llegar a otros cercanos o distantes. Pero se hace real, en una palabra, un gesto, una acción que envíen claramente un mensaje: "te estoy amando". 

Y no me refiero al amor de pareja solamente, sino a ese amor superior, trascendental, que envuelve a la amistad, y aún a desconocidos si se da la ocasión. El amor de quien socorre a alguien que acaba de sufrir un accidente. El amor que salva a quien estaba a punto de ahogarse. El amor que nos enternece al mirar los ojos de un niño o niña.

¿Nos vamos entendiendo?

Entonces, concuerdo con Pablo, y con Pasteur, que sin amor, no somos nada.

Escribió Pablo en su primera carta dirigida a los habitantes de Corinto, (Ia. Co.13):

"Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviera el don de profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy. 3 Y si diera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me aprovecha. 4 El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; 5 no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido ; 6 no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; 7 todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 El amor nunca deja de ser; 


Y agrega al final: Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor."

Por supuesto que luego de leer esto, muchos/as de ustedes se dirán que vivir esta clase de amor es dificil, y sin embargo, el mismo encierra una enorme sabiduría. Sólo quien se anima a vivirlo así, sabe que funciona, que es útil, que sirve a muchos y a uno mismo, y que triunfa frente al mal.

Que cada quien se examine, y se pregunte: ¿soy capaz de entender esto?, ¿seré capaz de vivirlo, de comenzar a sentirlo y de hacerlo cada día más y más una realidad en mi persona?, ¿seré capaz de aplicarlo y extenderlo a otros?

Les animo a que se atrevan y hagan la experiencia. Les aseguro que no lo van a lamentar.

Y en muchos casos, exige muy poco. Sólo suficiente sensibilidad para comprender al prójimo, y acercarse con un gesto, una palabra, un correo electrónico, un pequeño presente, un algo, que sea portardor del mensaje: "te estoy queriendo, siento amor por ti". ¡suficiente!


 enigma
Textos protegidos por derechos de autor
 



No comments:

Post a Comment