Friday, February 13, 2015

FEBRERO 14: DÍA DEL AMOR

Quiere la tradición que este sábado 14 de Febrero se celebre el Día de San Valentín.

El día de las parejas, de los enamorados, del Amor.

También y por extensión, el día de la amistad, para quienes --no llegando a ser enamorados-- se quieren sinceramente bien.

Y nada mejor para celebrar el Amor que la poesía. 

Se me ha ocurrido que hubiese un poema escrito por una mujer, y el otro por un hombre.

La mujer, es autora del poema De Memoria. Se trata de Delfina Acosta, periodista, narradora y poetisa, de nacionalidad paraguaya.

El segundo poema tiene por autor al suscrito, y se titula El Hijo Invisible que Has Engendrado.

Hélos aquí: 

DE MEMORIA

Tienen las ramas esta madrugada
el bienvenido aliento de las rosas.
Las blancas mariposas de mis manos
nadie las ve ¡y cómo te devoran!
Donde tú estás, allí, mi amor te llama.
Yo quiero que me escuches. Es ahora
el tiempo del encuentro. ¿No percibes
cómo se buscan, sin saber, las cosas?
Amigo, amante, déjame decirte
y dime tú también. Llegó la hora.
Las lágrimas con luces del rocío,
el soplo de cristal, las altas olas
nos buscan, llameando, desde ayer.
Abren caminos, árboles, auroras.
Amado, nuestros besos, tantos besos
y un beso yo los supe de memoria.
Debajo del rojizo sol de flores
te aguardo siempre dentro de mi sombra.
  
Delfina Acosta


EL HIJO INVISIBLE QUE HAS ENGENDRADO 
 



Tú, sí tú, ninguna otra
Lo sabes bien
Tú que tanto amas a tus hijos
Tú que tanto te preocupas por ellos
Tú madre fecunda
Has engendrado otro hijo
Y no te has dado cuenta que es tuyo.

Es que es un hijo invisible
Es un hijo que no te habla
Con palabas
No te llama con su voz
No tienes que arroparle, a la noche
Ni llevarle a la escuela, de día

Pero este hijo que has engendrado
Ha emergido de la profundidad
No de tu vientre, sino de tu corazón
Lo has alimentado con sangre
Y con lágrimas derramadas

Este hijo vive en ti
Va contigo donde vayas
No te deja quieta ni te da sosiego
Lo sabes, lo llevas muy dentro tuyo
Es en realidad
El más grande y maravilloso de tus hijos

El que ha hecho que alguien
Sienta por ti admiración
Y te venere como a una diosa
Cuando eres simplemente mujer

Ese hijo tuyo no habla con palabras
Pero transmite fortísimamente
Sentimientos que van
De corazón a corazón

Y al tocar el corazón sensible
De alguien que estaba allí errante
Buscando hallar esa señal única
Procedente de tu universo espiritual

De golpe produjiste el contacto
Y a partir de allí, todo se transformó
Para ti y para ese alguien
Que ya no se supo solo
Que te supo suya como tú de él
Y el lazo es tan fuerte y poderoso
Que resulta indestructible

Porque además,
¿Cómo vas a matar a tu hijo
Al mejor hijo que has tenido
A ese extraordinario fruto de tu corazón
Que se llama Amor?

Sí que te duele muy por dentro
¿Sabes por qué?
Porque no le dejas crecer
Porque no le dejas que se suelte libre
Y recorra los prados llenos de flores
Flores perfumadas de aroma humano

Porque quieres tenerlo controlado
Maniatado, impedido de expresarse
Pero ese tu mejor hijo, salta de tus ojos
Se te sale por los poros
Se percibe desde lejos

No le niegues, por favor, no le niegues
Abrázalo con tu ternura de madre
Aliméntalo con el fruto de tu pasión
Déjalo que sea y que crezca
No le temas, es tu hijo
Fruto de tu creación

Y si nace para el mundo exterior
Rompiendo cánones e hipocresías
Y si revienta la bolsa que le contiene
Y exhala una carcajada de felicidad

Déjalo que viva y ande suelto
Déjalo que camine al encuentro
El encuentro definitivo
del alguien que le espera.

Y cuando ello ocurra
Siéntete con la felicidad más inmensa
Que jamás hayas tenido.
Estarás siendo verdaderamente libre
Verdaderamente tú
Disfrutarás de ese amor que has engendrado
Y que al fin encontrará su cauce

Y los dos serán uno
Y el uno será con Dios
Y descubrirás el secreto mismo
De la creación.

Sentirás en tu cuerpo
La fuerza de las galaxias girando
En la inmensidad espacial
Con la que te habrás hermanado.

Tú, tú pequeña mujer
Tú madre infinita y trascendente
Con tu amor te habrás unido
A la esencia del Ser en Sí

En ese encuentro, en esa hora
Te habrás encontrado contigo misma
Tal cual eres, sin barreras
Sabrás aceptarte como eres
Y lágrimas de gracias y felicidad
Rodarán de tus mejillas.

Oh pequeña niña de cara redonda
Cerquillo sobre la frente y
Ojos grandotes, sorprendentes

Oh dulce mujer, en dichosa juventud
Fecunda y de gran corazón
Solidaria y sensible al drama humano
Sé solidaria contigo misma
Ama a ese hijo que has engendrado
Recuerda, su nombre es: Amor

enigma




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