Friday, February 6, 2015

LOS MISTERIOS NOS ATRAEN

Cuando se piensa en el ser humano, muchas veces no se tienen para nada en cuenta los vericuetos del alma, los laberintos del pensamiento escrutador, los intrincados túneles de lo profundo que anida en nosotros.

Son justamente los elementos que nos distinguen y separan de todas las otras especies.

Somos escrutadores e inquisidores, nos hacemos infinidad de preguntas, y pocas cosas nos desafían más y nos tocan más hondo que los misterios. 

En el orden de que se trate, en el ámbito en que se den, allí donde hay misterios que desvelar, cosas por conocer y sobre todo por entender, allí nuestra alma corre presurosa y sigilosa a la vez.

No nos gusta participar de esas exploraciones muy personales, pero los misterios nos apasionan y acicatean como para internarnos en ámbitos que nunca antes hemos conocido, tratar con personas inimaginables, y procurar de alguna manera, llegar a conocer de qué se trata. Qué hay detrás del velo, por así decir.

Y debemos reconocer que pocas cosas llegan a ser tan atractivas como un misterio en torno a algo. 

Se me ocurre que a veces estamos buscando lo exótico, lo totalmente diferente, lo distinto a cuanto conocemos, el contacto con una realidad radicalmente distinta. Nos colocamos en un camino que puede terminar por transformarnos. 

Y por otro lado, puede ocurrir el éxtasis, o el terror. Y la inquietud latente y permanente: ¿qué encontraremos si hurgamos lo suficiente? ¿llegaremos al meollo del asunto, o se nos impedirá husmear en lo que no debemos?

Por otro lado, hay una satisfacción personal enorme en conocer ciertos misterios, comprenderlos, asimilarlos, y utilizarlos de la mejor forma posible y con el mejor propósito.

Bueno es reconocer esa proclividad innata hacia lo misterioso, y hacia los misterios. Esa actitud entre precavida y con cierto temor, y  con una cuota de arrojo y decisión.

No es facil, dirá alguien, e intentar conocer un misterio nos puede costar la vida. Pero, bien vale perder la vida, si llego a conocer lo que tanto he deseado, podrá contestar otro.

Entre medio de ambos extremos, nos movemos en nuestra cotidianidad. Pero nos agrada encontrarnos con personas que comparten nuestras inquietudes, entre quienes nos entendemos, con quienes nos identificamos como buscadores de misterios. 

Porque --esencialmente-- todos lo somos de una u otra manera.  


enigma
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1 comment:

  1. Estimado amigo Enigma:

    Ya ve usted, yo por estos lados también... Me interesa su trabajo y su persona sobremanera. Le pido disculpas por mi modo enigmático e inusual de presentarme, pero no podría ser de otro modo... Ojalá podamos ahondar en éste y otros innumerables temas que estoy viendo son comunes para ambos. Si gusta me puede escribir a mi email: rodinos@gmail.com

    Un abrazo fraterno

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