Pensamientos, sentimientos, reflexiones con sinceridad y profundidad, compartidas abiertamente. Prosa, poesía (a veces) y música selecta, para un encuentro diferente entre quienes quieren participar de mi blog.
Saturday, January 29, 2011
LO QUE MÁS REQUIERE UNA AMISTAD
Una amistad –siempre lo digo— es una especie de premio a lo largo de nuestra existencia.
¿Por qué?, porque es lo que hemos sabido granjearnos o conquistar por nuestra manera de ser, nuestra impronta personal, nuestro estilo de vida.
Los y las amigas, no nos vienen dados, como la familia. Ellos son como flores hermosas de un jardín a cultivar y que se van dando y van surgiendo con el correr de los años.
Por regla general empezamos por muy pocos amigos, y el núcleo se va agrandando y extendiendo.
Hoy día, gracias a la Internet, es facil contar con amigos a nivel internacional.
Pero no estoy hablando de conocidos, de personas con las que nos relacionamos cibernéticamente. Estoy hablando de amigas y amigos de verdad, aunque la relación pueda ser cibernética.
¿Como sabemos que somos amigos de verdad?, ¿cuál es la cualidad fundamental para ser amigos?
Me puse a pensar bastante en esto, y lo resumiría en una sola palabra: sinceridad.
Porque la sinceridad genera confianza, y la confianza nos une cada vez más y refuerza nuestra amistad.
Tengo por ejemplo un amigo, en un país europeo, un científico. Mantenemos periódicos contactos por correo electrónico. A veces el contacto se intensifica y otras veces conoce de pausas. Pero nos reconocemos como amigos.
¿Por qué?, porque él me ha confiado información confidencial, y jamás he traicionado su confianza, distribuyéndola, comentándola con terceros o cosas así. Esa información ha quedado sepultada en mi persona. De mi no saldrá nunca.
Eso cimenta confianza. Yo también le he confiado mis puntos de vista sobre algunas cosas, y sé que eso jamás ha salido de él.
Pero la base es la sinceridad. Somos recíprocamente sinceros cuando nos prometemos no divulgar algo. Y al cumplirlo, aumenta mutuamente la confianza.
Eso cimenta la amistad.
Luego entonces vienen las apreciaciones de persona de bien, confiable, honesta, segura…etc.etc.
Preo en la base de todo, está la sinceridad.
A una persona amiga no le puedo mentir, ni ocultar, ni falsear una verdad. A una persona amiga no puedo darle a conocer sólo una parte de mi mismo, debo revelarme tal y cual soy, en pensamiento, palabra y acción.
Y viviendo así, el núcleo de amigos y amigas cada vez es más grande y se expande más. Esa es su tendencia natural.
Cuando en cambio perdemos amigos/as, cuando el núcleo se achica y se achica cada vez más, entonces tiene que sonar en nosotros una campana de alarma. Algo está fallando, y antes que ver la falla en los demás, debemos buscarla en nosotros mismos.
¿Qué fue lo que no compartimos a tiempo?, ¿qué fue lo que no dijimos?, ¿o acaso es que no se nos preguntó directamente, y se tejen ideas, apreciaciones sobre uno, y comentarios, en base a lo que otros dijeron de nosotros?
Cuando esas cosas pasan, y son comunes, lo mejor es dirigirse directamente a la persona involucrada, y sin ambajes ni titubeos preguntar: ¿qué pasa con esto?, ¿puedes explicarme lo que ocurre?.
La amistad provee siempre el vínculo de confianza suficienrte como para hacer las preguntas más comprometedoras o aparentemente escabrosas. Y en lo personal jamás me he molestado cuando alguien con sinceridad, me pregunta sobre algo que no sabe, lo tiene asombrado, o no conoce.
La desconfianza lleva a perder amistades. Pero como la amistad verdadera es una relación que implica básicamente a dos personas, si hay cariño, si hay afecto, si verdaderamente se trata de amigos, ninguno tiene que tener duda sobre el otro acerca de su persona, actitudes, etc. Lo primero que debe pensar es “por algo será”.
Pero lo más importante es ejercer esa sinceridad que está en la base de toda la relación, y averiguar con claridad la causa de un posible malentenddido o cosa semejante, si de eso se trata.
Obviamente, estoy hablando de la relación entre auténticos amigos.
Hay gente hipócrita, falsa, deshonesta, que se la da de amiga y no lo es. O como dice el tango, son amigos “siempre y cuando les convenga”. No. Esos no son amigos, son apenas oportunistas. El tiempo y las situaciones de la vida les pone a prueba, y cuando fallan, ahi mismo demuestran que su proclamada amistad, no era tal.
Porque un amigo cree y confía en otro amigo. Y la primera consecuencia de esa confianza es estar junto a su amigo, defenderle, no fallarle ni defraudarle.
Al amigo se le quiere entrañablemente, y por eso nos jugamos por la persona amiga. Y si en algún momento nos surge una duda, vamos a aclararla en forma personal y directa.
De modo que reitero, la quintaesencia de lo que nos hace ser amigos con alguien, es la sinceridad. Sobre ella se basa todo lo que juntos podamos construir a lo largo de la vida.
Y no hay experiencia más hermosa, ni recompensa más grande, que experimentar a ciencia cierta la amistad con que nos honran quienes nos valoran adecuadamente y nos quieren bien.
El genial Leonardo Da Vinci dijo: “Cuanto más se conoce, más se ama”.
Entre los amigos y amigas, es efectivamente así. Cuanto más nos conocemos, más nos amamos, más nos queremos, más nos respetamos como personas, y más felices estamos de la admistad desarrollada.
Tanto así, que llega un momento en que no nos concebimos aislados, solos, sino que somos con nuestros amigos y amigas. Ellos son parte de nuestro ser, y nosotros de el de ellos.
¡Así de hermosa es la amistad!
enigma
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