Mis queridos/as lectores/as: aquí comparto con ustedes mi existencia, a corazón abierto. Algunos dirían que a veces, demasiado abierto.
Pero no importa. Soy sincero, amo la honestidad. Cuando no hay nada que ocultar, cuando se puede vivir a la luz del día, y mirar de frente a quien sea para decir una verdad plena, no me importa si de pronto soy abierto de más, si no encierro el secreto diplomático, ese actuar disimulando, no diciendo todo, callando mucho.
Los que me conocen personalmente, saben que soy espontáneo, directo. Es mi manera de ser.
Me parezco en eso mucho a mi padre. Un hermoso legado que me dejó, más el intelecto.
Ayer, Día del Padre, lo recordé con gran cariño, extrañando no tener con él las largas pláticas sobre múltiples y diferentes temas.
¡Qué maravilloso era pasar horas dialogando!
Pero vengo al hoy, a este lunes 20 de Junio de 2011. Con un clima templado, ideal para mi, trabajé con gusto toda la tarde, y volví a casa con brios, pleno.
Sentí en toda la jornada un equilibrio anímico formidable, una ganas de vivir tremenda, un saborear el futuro bastante próximo, y sentir una certeza de que todo lo que me va a ocurrir va a ser positivo, y no sólo para mi, sino para otras personas importantes en mi existencia.
Saber, cuasi intuir, que todo se ha alineado adecuadamente. Sentirme seguro de mi mismo, saber bien dónde estoy y hacia dónde quiero ir.
Tal vez todo eso sea el fruto de una profunda reflexión y luego oración, que tuve anoche, durante 45 minutos, en la quietud, el silencio total y la soledad de mi lar.
Alli estuvo presente mi fallecida esposa, allí estuvo presente mi famlia cercana y lejana, allí estuvieron presentes mis amigos y amigas, y allí me hice una composición de lugar, pero percibí una certidumbre extraordinaria de quién soy y hacia dónde voy y qué me espera.
Y siento gratitud por estar entero de pies a cabeza, sano, fuerte, físicamente apto, por poder trabajar, escribir, soñar, amar.
Por no sentir que me pesan los años, que ni siquiera los represento físicamente.
Y entonces me dije, lo que tengo que compartir hoy es simple y sencillo: hoy me siento feliz, inmensamente feliz, con una gran paz interior.
Hay razones profundas para que me sienta así, algunas las explicité, otras las guardo en mi corazón.
enigma
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