A veces solemos pensar que la realidad, que la fuerza y verdad de las circunstancias o de los hechos nos alejan de toda idealidad, sueño o anhelo.
Que las cosas de la vida tal cual son --y muchas veces son muy duras-- nos apartan y nos aplastan a tierra, haciendo trizas nuestros sueños.
Y sin embargo, hoy he tenido una jornada muy especial. Una jornada de realismo, de aterrizaje a una situacion concreta, y sin embargo y curiosamente, lleguè a ese realismo tocando el cielo.
Porque he podido dialogar y analizar una realidad que es complicada y dificil, pero lo pude hacer a corazòn abierto, intercambiando sentimientos excelsos, exquisitos, intercambiando verdadero, sincero y profundo cariño.
Entonces viene la comprensiòn, el entendimiento, y una grandiosa generosidad que es capaz de ceder su parte en aras de la felicidad de uno, o de la realizaciòn plena de uno, y ese altruismo, esa capacidad de autosacrificio, esa disposiciòn a un renunciamiento propio a lo que se tiene derecho màs que nadie, habla de un alma maravillosa.
Cuando se està en una situacion asì, yo siento que he estado tocando el cielo.
Y desde ese cielo he podido mirar a una realidad, objetivarla, ponerla en perspectiva futura, y sentir paz interior. Y saber ademàs, que no estoy solo, sino que tengo conmigo a una gran compañera, la amistad de los autènticos y estupendos amigos y amigas, y de familiares que me alientan, comprenden y estimulan.
¡Què bueno es poder sentirse espiritualmente pleno en medio de decisiones o encrucijadas de la vida que no son sencillas!
Asì me sentì hoy, y este sentimiento de hoy sè que me acompañarà a lo largo de este año y del que viene tambièn.
Vacaciones provechosas estàn siendo estas. Realmente las necesitaba, y estàn dando sus frutos.
enigma
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