"Todo lo bueno se termina" suele decirse.
Pero no le tomaríamos el gusto a las vacaciones si no estuviéramos trabajando durante un año.
Asi pues el trabajo nos permite vacacionarnos, pero por otra parte, nos permite efectuar el contraste que nos hace saborear y valorar más las vacaciones.
Para mi las vacaciones son la oportunidad de ver a mi madre, que está muy lejos. De reencontrarme con amigos, verdaderos y entrañables amigos a quienes quiero mucho.
De volver a ver el país que dejé hace 21 años, y comparar lo que era entonces, y lo qué es hoy.
Es también la oportunidad de conocer nueva gente, de conectarse con nuevas personas e instituciones, en fin, de ampliar el círculo social.
Y por supuesto, de disfrutar la buena comida, en torno a una mesa familiar o amiga, y de recorrer lugares donde el mayor encanto no lo pone la mano del hombre, sino la naturaleza misma.
Doy gracias a Dios porque durante todas las vacaciones no sufrí ningún percance, mi salud me acompañó todo el tiempo, y meteorológicamente hablando, hubo más días lindos que algunos lluviosos y grises.
Doy gracias a Dios que llegué sano y salvo a mis destinos y luego de regreso a mi casa.
Doy gracias a Dios que hoy retorné a trabajar.
Hay muchas cosas que quedaron pendientes y de las que esta semana tendré que irme poniendo al día, luego de un mes de ausencia. Son támites, son cosas de la casa. Pero poco a poco todo volverá a su cauce normal.
Estoy feliz de haber regresado, y de recomenzar un nuevo año de vida en el lugar donde estoy.
Ahora, espero concretar muchas cosas personales este año. Hay ciertamente proyectos y hay anhelos y aspiraciones. Si no se pueden llevar todos a cabo, al menos espero que muchos sí.
Por ahora, todo es expectativa.
¡Es bueno estar de regreso!
enigma
No comments:
Post a Comment